Una siesta de invierno, las víboras de cascabel, que dormían extendidas sobre la greda, se arrollaron bruscamente al oír un insólito ruido. Como la vista no es su agudeza particular, las víboras mantuviéronse inmóviles, mientras prestaban oído;
-Es el ruido que hacían aquéllos… -murmuró la hembra.
Sí, son voces de hombre; son hombres -afirmó el macho. Y pasando una por encima de la otra se retiraron veinte metros. Desde allí miraron. Un hombre alto y rubio y una mujer rubia y gruesa se habían acercado y hablaban observando los alrededores. Luego, el hombre midió el suelo a grandes pasos, en tanto que la mujer clavaba estacas en los extremos de cada recta Conversaron después, señalándose mutuamente distintos lugares, y por fin se alejaron.
-Van a vivir aquí -dijeron las víboras-. Tendremos que irnos.
En efecto, al día siguiente llegaron los colonos con un hijo de tres años y una carreta en que había catres, cajones, herramientas sueltas y gallinas atadas a la baranda. Instalaron la carpa, y durante semanas trabajaron todo el día. La mujer interrumpíase para cocinar, y el hijo, un osezno blanco, gordo y rubio, ensayaba de un lado a otro su infantil marcha de pato.
Tal fue el esfuerzo de la gente aquella, que al cabo de un mes tenían pozo, gallinero y rancho prontos -aunque a éste faltaban aún las puertas. Después, el hombre ausentóse por todo un día, volviendo al siguiente con ocho bueyes, y la chacra comenzó.
Las víboras, entre tanto, no se decidían a irse de su paraje natal. Solían llegar hasta la linde del pasto carpido, y desde allí miraban la faena del matrimonio. Un atardecer en que la familia entera había ido a la chacra, las víboras animadas por el silencio, se aventuraron a cruzar el peligroso páramo y entraron en el rancho. Recorriéronlo, con cauta curiosidad, restregando su piel áspera contra las paredes.
Pero allí había ratas; y desde entonces tomaron cariño a la casa. Llegaban todas las tarde hasta el límite del patio y esperaban atentas a que aquélla quedara sola. Raras veces tenían esa dicha. Y a más, debían precaverse de las gallinas con pollos, cuyos gritos, si las veían, delatarían su presencia
De este modo, un crepúsculo en que la larga espera habíalas distraído, fueron descubiertas por una gallineta, que después de mantener un rato el pico extendido, huyó á toda ala abierta, gritando. Sus compañeras comprendieron el peligro sin ver, y la imitaron
El hombre, que volvía del pozo con un balde, se detuvo al oír los gritos. Miró un momento, y dejando el balde en el suelo se encaminó al paraje sospechoso. Al sentir su aproximación, las víboras quisieron huir, pero únicamente una tuvo el tiempo necesario, y el colono halló sólo al macho. El hombre echó una rápida ojeada alrededor buscando un arma y llamó -los ojos fijos en el gran rollo oscuro:
¡Hilda! ¡Alcánzame la azada, ligero! ¡Es una serpiente de cascabel!
La mujer corrió y entregó ansiosa la herramienta a su marido. Tiraron luego lejos, más allá del gallinero, el cuerpo muerto, y la hembra lo halló por casualidad al otro día. Cruzó y recruzó cien veces por encima de él, y se alejó al fin, yendo a instalarse como siempre en la linde del pasto, esperando pacientemente a que la casa quedara sola.
La siesta calcinaba el paisaje en silencio; la víbora había cerrado los ojos amodorrada, cuando de pronto se replegó vivamente: acababa de ser descubierta de nuevo por las gallinetas, que quedaron esta vez girando en tomo suyo, gritando todas a contratiempo La víbora mantúvose quieta, prestando oído. Sintió al rato ruido de pasos -la Muerte-. Creyó no tener tiempo de huir, y se aprestó con toda su energía vital a defenderse.
En la casa dormían todos, menos el chico. Al oír los gritos de las gallinetas, apareció en la puerta, y el sol quemante le hizo cerrar los ojos. Titubeó un instante, perezoso, y al fin se dirigió con su marcha de pato a ver a sus amigas las gallinetas. En la mitad del camino se detuvo, indeciso de nuevo, evitando el sol con el brazo. Pero las gallinetas continuaban en girante alarma, y el osezno rubio avanzó.
De pronto lanzó un grito y cayó sentado. La víbora, presta de nuevo a defender su vida, deslizóse dos metros y se replegó. Vio a la madre en enaguas y los brazos desnudos asomarse inquieta, la vio correr hacía su hijo, levantarlo y gritar aterrada.
¡Otto, Otto! ¡Lo ha picado una víbora!
Vio llegar al hombre, Pálido, y lo vio llevar en sus brazos a la criatura atontada.
Oyó la carrera de la mujer al pozo, sus voces. Y al rato, después de una pausa, su alarido desgarrador:
-¡Hijo mío!…
Seguidores
jueves, 24 de junio de 2010
sábado, 5 de junio de 2010
RESUMEN DE LA ILIADA-LUCIO.
1. Introducción.
La historia del mundo antiguo ha estado marcada por toda clase de guerras y conflictos producidos por toda clase de causas. Muchos se han olvidado o aún están por descubrir, otros se recuerdan por su interés histórico, militar o estratégico, o porque permiten aprender más sobre un pueblo concreto. Pero aún así, el conocimiento de muchos de ellos queda reducido a permanecer entre las paredes de los estudiosos. Aún así, unos pocos trascienden esa frontera y llegan a ser conocidos por todo el mundo. Hace más de 3.200 años aproximadamente que se produjo la conocida como Guerra de Troya, un suceso que poco ha significado para muchos otros pueblos durante la historia pero que aún así lo recuerdan, y ese recuerdo se debe a un poema y a su autor, Homero.
2. Homero.
Representación de Homero (s. IX a.C.)
Poeta griego. Admirado, imitado y citado por todos los poetas, filósofos y artistas griegos que le siguieron, es el poeta por antonomasia de la literatura clásica, a pesar de lo cual su figura aparece rodeada del más profundo misterio, hasta el punto de que su propia existencia histórica ha sido puesta en tela de juicio. Las más antiguas noticias sobre él sitúan su nacimiento en Quíos, aunque ya desde la Antigüedad fueron siete las ciudades que se disputaron ser su patria: Colofón, Cumas, Pilos Ítaca, Argos, Atenas, Esmirna y la ya mencionada Quíos. Para Simónides de Amorgos y Píndaro, sólo las dos últimas podían reclamar el honor de ser su cuna. Aunque son varias las vidas de Homero que han llegado hasta nosotros, su contenido, incluida la famosa ceguera del poeta, es legendario y novelesco. La más antigua, atribuida sin fundamento a Hero doto, data del siglo V a.C. En ella, Homero es presentado como el hijo de una huérfana seducida, de nombre Creteidas, que le dio a luz en Esmirna. Conocido como Melesígenes, pronto destacó por sus cualidades artísticas, iniciando una vida bohemia. Una enfermedad lo dejó ciego, y desde entonces pasó a llamarse Homero. La muerte, siempre según la seudo Hero doto, lo sorprendió en Íos, en el curso de un viaje a Atenas. Los problemas que plantea Homero cristalizaron a partir del siglo XVII en la llamada «cuestión homérica», iniciada por François Hédelin, abate de Aubignac, quien sostenía que los dos grandes poemas a él atribuidos, la “Ilíada” y la “Odisea”, eran fruto del ensamblaje de obras de distinta procedencia, lo que explicaría las numerosas incongruencias que contienen. Sus tesis fueron seguidas por filólogos como Friedrich August Wolf. El debate entre los partidarios de la corriente analítica y los unitaristas, que defienden la paternidad homérica de los poemas, sigue en la actualidad abierto.
3. Resumen de la Obra.
Comenzaremos el resumen por la base del inicio del conflicto: París, príncipe de Troya, fue enviado a visitar la corte de Menelao, rey de Esparta. Allí se enamora de Helena, Esposa de Menelao, y por poder de Afrodita, la mujer abandona su casa y Huye a Troya con Paris. Entonces Menelao, furioso y desesperado convoca a los demás reyes griegos, para emprender la guerra contra los troyanos y recuperar a Helena. A los 2 años los griegos se hacen a la mar , pues necesitaban construir navíos, movilizar guerreros, planear estrategias y consultar a los oráculos, y finalmente reunir los ejércitos bajo el comando de un solo jefe , el mando se confío a Agamenón rey de Micenas, hermano de Menelao. Además, tenía el mérito de haber reclutado la mayor parte de los navíos y de los soldados de la expedición. La lucha contra Troya se prolongó durante 9 años y los griegos no consiguieron derribar las murallas de la cuidad. Los troyanos hacían salidas ocasionales, pero ninguno de los adversarios podía jactarse de la victoria y parecía que la guerra nunca terminaría, no obstante en el décimo año la guerra concluyó. Es en ese décimo año donde se centra la “Ilíada” de Homero.
Al décimo año de guerra sucede algo inesperado Aquiles y Agamenón discutieron, Aquiles se enoja con Agamenón y molesto retira a sus tropas.
Tetis no podía soportar ver a su hijo desgraciados, por lo que ruega a Zeus que castigue a Agamenón, y el dios envía un mensajero a Héctor el más valiente de los troyanos, y le promete grandes victorias sobre los Griegos, enardecidos por este aliento avanzan fuera de los muros de su ciudad, mientras Héctor y Paris se acercan a los Guerreros Griegos. París propone resolver la guerra con un combate cuerpo a cuerpo con Menelao. Héctor ordena a su ejército hacer un alto y los heraldos proclaman el desafío. Todos se ponen de acuerdo para declarar victorioso al bando de aquel que venza en el duelo. Paris pierde y Afrodita lo salva transportándolo detrás de los muros de la ciudad antes de que Menelao le diera muerte, de esta manera la guerra habría terminado. Los troyanos tienen de su parte a Apolo, el arquero y Ares el dios de la guerra. Poco a poco los troyanos rechazan a los griegos que se ven empujados a sus navíos. Agamenón, sabiendo que necesita a Aquiles para la victoria intenta reconciliarse con él y pedirle que regrese a la contienda, pero éste rehúsa.
Patroclo el amigo más querido de Aquiles le suplica que conduzca a sus hombres en contra del enemigo .Aquiles se niega, pero permite a Patroclo que vista su armadura. Patroclo a la cabeza de las tropas de Aquiles y llevando su armadura alcanza a las tropas griegas y hace retroceder a las tropas troyanas hasta las defensas de su ciudad, pero Héctor se bate con Patroclo, matándole y quitándole la armadura. Aquiles se entera de la muerte de su amigo y se enoja y se desespera tanto que sin armadura se precipita a ayudar a los hombres a conducir al campo el cuerpo de Patroclo. Tetis, la madre de Aquiles pide al herrero de los dioses, Efecto, que haga una nueva armadura para Aquiles. El dios accede y Aquiles viste la armadura que le da Tetis, se reconcilia con Agamenón y conduce de nuevo a los guerreros griegos al campo de batalla.
Los troyanos aterrados por la llegada de Aquiles le suplican a Héctor que se retire dentro de los muros de la cuidad, pero Héctor no quiere dejarse intimidar. Los griegos rechazan a los troyanos hasta las puertas mismas de la ciudad que se abren para dejarlos entrar. En esta ocasión el ejército griego está a punto de tomar la ciudad, pero Agenor, un guerrero troyano, inspirado por Apolo se mide con Aquiles. En clara desventaja, Agenor desaparece por obra de Apolo, que ocupa su lugar y separa a Aquiles de sus hombres. Aquiles corre hacia las puertas a través de las llanuras y allí se encuentra con Héctor. Héctor resultará muerto en el duelo en el que Aquiles venga a Patroclo. El troyano en su agonía pide que su cuerpo sea devuelto a los troyanos para que se le den los honores fúnebres. Aquiles, furioso, le niega la petición, arranca la armadura del cuerpo de Héctor y lo amarra a su carro y lo arrastra por todo el campo de batalla hasta el campo donde el cuerpo de Patroclo espera ser enterrado. Aquiles se niega a devolver el cuerpo de Héctor para los servicios fúnebres. Príamo hace preparar a su gente con un carro lleno de tesoros que el rey conduce por si mismo hasta llegar con él al campo de los griegos, va hacia Aquiles y le suplica este que le devuelva el cuerpo de su hijo a cambio del gran tesoro. Aquiles acepta y permite que el rey se lleve el cuerpo de su hijo.
4. Personajes
La cantidad de personajes que circulan a lo largo de la obra es considerablemente grande por lo cual he seleccionado solo a aquellos que considero de importancia más relevante, divididos en los dos bandos. He optado por prescindir de los dioses pese a su gran importancia argumental y centrarme más en los hombres y mujeres que vivieron la guerra.
Bando griego.
Aquiles: El mayor de los guerreros griegos en la guerra de Troya. Era hijo de la ninfa del mar, Tetis, y de Peleo, rey de los mirmidones de Tesalia. Aquiles libró muchas batallas durante el sitio de diez años a la ciudad de Troya. Cuando el príncipe troyano Héctor mató a Patroclo, el desconsolado Aquiles volvió a la batalla, mató a Héctor y arrastró su cuerpo triunfante detrás de su carro. Más tarde permitió a Príamo, rey de Troya, rescatar el cuerpo de Héctor.
Agamenón: Rey de Micenas y jefe de las fuerzas griegas en la guerra de Troya. Hijo de Atreo, padeció la maldición lanzada sobre su casa. Después de un sitio de diez años, cayó Troya y Agamenón volvió victorioso a Micenas.
Menelao: Rey de Esparta, hermano de Agamenón, rey de Micenas, y marido de Helena de Troya. Cuando el príncipe troyano Paris raptó a Helena, Menelao organizó una expedición para rescatarla. Bajo el mando de Agamenón, Menelao y los demás reyes griegos zarparon hacia Troya.
Áyax, Hijo de Telamón: Poderoso guerrero que combatió en la guerra de Troya. Era hijo de Telamón, rey de Sala mina, y condujo a las fuerzas de esta isla hacia Troya. Un hombre corpulento, lento en el hablar pero veloz en la batalla.
Néstor: Rey de Pilos, hijo de Neleo y Cloris. Desde temprana edad, fue un guerrero sobresaliente que participaba en muchos de los grandes acontecimientos de su tiempo.
Odiseo: El más célebre de los héroes antiguos, gobernador de la isla de Ítaca y uno de los jefes del ejército griego durante la guerra de Troya. Popularmente es más conocido por su nombre latino, Ulises. Es el protagonista de la otra obra homérica, la “Odisea”, que toma su nombre de él.
Patroclo: Amigo predilecto del héroe Aquiles, a quien acompañó a la guerra de Troya. Patroclo murió a manos del capitán troyano, Héctor.
Calcas: Adivino más famoso entre los griegos en la época de la guerra de Troya. Por una sugerencia suya, los jefes griegos construyeron el caballo de Troya, gracias al cual las fuerzas griegas penetraron en la ciudad
Diomedes: Hijo de Tideo y de Deifile, fue el héroe favorito de Atenea y su protegido. Se unió a ejército griego en la guerra de Troya. En las huestes griegas, destaco junto a Áyax como uno de los mejores luchadores.
Bando troyano.
Héctor: Hijo mayor del rey Príamo y la reina Hécuba de Troya, y esposo de Andrómaca. Durante la contienda mata a Patroclo, el amigo amado de Aquiles, el héroe de los griegos. Aquiles, que se había retirado de la lucha por una disputa con el rey Agamenón, líder de las fuerzas griegas, vuelve al campo de batalla para vengar la muerte de su amigo. Desconsolado y frenético, persigue a Héctor tres veces alrededor de las murallas de Troya, lo mata y después ata el cadáver a su carro y lo arrastra por el exterior de las murallas hasta la pira funeraria de Patroclo. La “Ilíada” concluye con una descripción del funeral celebrado en honor de Héctor. En contraste con el feroz Aquiles, Héctor simboliza el guerrero caballeroso.
Paris: Hijo de Príamo y de Hécuba, rey y reina de Troya. Una profecía había anticipado que Paris causaría la ruina de Troya y, por esa razón, Príamo lo abandonó en el monte Ida, donde unos pastores lo encontraron y lo criaron.
Casandra: Hija del rey Príamo y de la reina Hécuba de Troya. El dios Apolo, que amaba a Casandra, le concedió el don de la profecía, pero cuando ella se negó a corresponder a su amor, el dios volvió inútil el don haciendo que nadie creyera en sus predicciones. Casandra advirtió a los troyanos de muchos peligros, incluso del caballo de madera con el que los griegos entraron en la ciudad, pero fue desestimada como una loca.
Eneas: Hijo de Anquises, un príncipe troyano, y de Venus, diosa del amor. Después de la toma de Troya por los griegos, Eneas fue capaz, con la ayuda de su madre, de escapar de la ciudad caída. Con su padre anciano a cuestas y mientras guiaba a su hijo pequeño de la mano, hizo su camino hasta la costa. En la confusión de la fuga, su mujer quedó atrás.
Helena de Troya: La mujer más bella de Grecia, hija del dios Zeus y de Leda, mujer del rey Tindáreo de Esparta. Su fatal belleza fue la causa directa de la guerra de Troya.
Lao conté: Sacerdote de Apolo (o de Poseidón). Lao conté, temiendo el ardid que era el caballo de madera de los griegos, aconsejó vanamente a los jefes troyanos que destruyeran el regalo, advirtiendo: "Temo a los griegos hasta cuando llegan con regalos".
Príamo: Rey de Troya. Después de la muerte de su hijo Héctor a manos del héroe griego Aquiles, Príamo se dirigió al campo griego para recuperar el cuerpo de Héctor. Aquiles perdonó la vida a Príamo y le entregó el cadáver de su hijo para que recibiese sepultura, pero durante el saqueo de Troya, Neoptólemo, hijo de Aquiles lo mató.
5. Análisis y Comentario.
Representación pictórica de la entrada del Caballo de Troya, momento presente en varias obras post-homéricas, pero no en la “Ilíada”
Uno de los temas más claros de la obra es la enorme influencia que los dioses ejercen sobre los humanos pero como son éstos los que hacen avanzar el mundo pese a esa influencia. Homero escribe una obra de gran longitud, densa, de lenguaje que hoy en día puede resultar recargado y complicado, y en la que se alternan partes que hacen vibrar de emoción con otras en las que el tedio en la lectura hace acto de presencia. Quizá esto se deba en cierto aspecto a que la obra jamás fue concebida para la lectura sino para el canto y ser recitada en voz alta.
Se tratan muchos otros temas, como el heroísmo, la camaradería o la amistad, implícitos dado el hecho de que se nos narra una guerra, o el amor y las consecuencias que puede llegar a conllevar. Y también el respeto y admiración mutos que en ocasiones surge entre los dos bandos contrarios en contraste con el odio y rabia que también pueden sentir. Un contraste que en muchos aspectos queda reflejado en los personajes de Héctor y Aquiles, que son sin duda dos de los principales pilares que sustentan la obra.
6. Bibliografía.
- HOMERO (1984) La Iliada, Madrid, CLUB INTERNACIONAL DEL LIBRO.
- VARIOS AUTORES (1999) Enciclopedia Microsoft Encarta 99, Microsoft.
La historia del mundo antiguo ha estado marcada por toda clase de guerras y conflictos producidos por toda clase de causas. Muchos se han olvidado o aún están por descubrir, otros se recuerdan por su interés histórico, militar o estratégico, o porque permiten aprender más sobre un pueblo concreto. Pero aún así, el conocimiento de muchos de ellos queda reducido a permanecer entre las paredes de los estudiosos. Aún así, unos pocos trascienden esa frontera y llegan a ser conocidos por todo el mundo. Hace más de 3.200 años aproximadamente que se produjo la conocida como Guerra de Troya, un suceso que poco ha significado para muchos otros pueblos durante la historia pero que aún así lo recuerdan, y ese recuerdo se debe a un poema y a su autor, Homero.
2. Homero.
Representación de Homero (s. IX a.C.)
Poeta griego. Admirado, imitado y citado por todos los poetas, filósofos y artistas griegos que le siguieron, es el poeta por antonomasia de la literatura clásica, a pesar de lo cual su figura aparece rodeada del más profundo misterio, hasta el punto de que su propia existencia histórica ha sido puesta en tela de juicio. Las más antiguas noticias sobre él sitúan su nacimiento en Quíos, aunque ya desde la Antigüedad fueron siete las ciudades que se disputaron ser su patria: Colofón, Cumas, Pilos Ítaca, Argos, Atenas, Esmirna y la ya mencionada Quíos. Para Simónides de Amorgos y Píndaro, sólo las dos últimas podían reclamar el honor de ser su cuna. Aunque son varias las vidas de Homero que han llegado hasta nosotros, su contenido, incluida la famosa ceguera del poeta, es legendario y novelesco. La más antigua, atribuida sin fundamento a Hero doto, data del siglo V a.C. En ella, Homero es presentado como el hijo de una huérfana seducida, de nombre Creteidas, que le dio a luz en Esmirna. Conocido como Melesígenes, pronto destacó por sus cualidades artísticas, iniciando una vida bohemia. Una enfermedad lo dejó ciego, y desde entonces pasó a llamarse Homero. La muerte, siempre según la seudo Hero doto, lo sorprendió en Íos, en el curso de un viaje a Atenas. Los problemas que plantea Homero cristalizaron a partir del siglo XVII en la llamada «cuestión homérica», iniciada por François Hédelin, abate de Aubignac, quien sostenía que los dos grandes poemas a él atribuidos, la “Ilíada” y la “Odisea”, eran fruto del ensamblaje de obras de distinta procedencia, lo que explicaría las numerosas incongruencias que contienen. Sus tesis fueron seguidas por filólogos como Friedrich August Wolf. El debate entre los partidarios de la corriente analítica y los unitaristas, que defienden la paternidad homérica de los poemas, sigue en la actualidad abierto.
3. Resumen de la Obra.
Comenzaremos el resumen por la base del inicio del conflicto: París, príncipe de Troya, fue enviado a visitar la corte de Menelao, rey de Esparta. Allí se enamora de Helena, Esposa de Menelao, y por poder de Afrodita, la mujer abandona su casa y Huye a Troya con Paris. Entonces Menelao, furioso y desesperado convoca a los demás reyes griegos, para emprender la guerra contra los troyanos y recuperar a Helena. A los 2 años los griegos se hacen a la mar , pues necesitaban construir navíos, movilizar guerreros, planear estrategias y consultar a los oráculos, y finalmente reunir los ejércitos bajo el comando de un solo jefe , el mando se confío a Agamenón rey de Micenas, hermano de Menelao. Además, tenía el mérito de haber reclutado la mayor parte de los navíos y de los soldados de la expedición. La lucha contra Troya se prolongó durante 9 años y los griegos no consiguieron derribar las murallas de la cuidad. Los troyanos hacían salidas ocasionales, pero ninguno de los adversarios podía jactarse de la victoria y parecía que la guerra nunca terminaría, no obstante en el décimo año la guerra concluyó. Es en ese décimo año donde se centra la “Ilíada” de Homero.
Al décimo año de guerra sucede algo inesperado Aquiles y Agamenón discutieron, Aquiles se enoja con Agamenón y molesto retira a sus tropas.
Tetis no podía soportar ver a su hijo desgraciados, por lo que ruega a Zeus que castigue a Agamenón, y el dios envía un mensajero a Héctor el más valiente de los troyanos, y le promete grandes victorias sobre los Griegos, enardecidos por este aliento avanzan fuera de los muros de su ciudad, mientras Héctor y Paris se acercan a los Guerreros Griegos. París propone resolver la guerra con un combate cuerpo a cuerpo con Menelao. Héctor ordena a su ejército hacer un alto y los heraldos proclaman el desafío. Todos se ponen de acuerdo para declarar victorioso al bando de aquel que venza en el duelo. Paris pierde y Afrodita lo salva transportándolo detrás de los muros de la ciudad antes de que Menelao le diera muerte, de esta manera la guerra habría terminado. Los troyanos tienen de su parte a Apolo, el arquero y Ares el dios de la guerra. Poco a poco los troyanos rechazan a los griegos que se ven empujados a sus navíos. Agamenón, sabiendo que necesita a Aquiles para la victoria intenta reconciliarse con él y pedirle que regrese a la contienda, pero éste rehúsa.
Patroclo el amigo más querido de Aquiles le suplica que conduzca a sus hombres en contra del enemigo .Aquiles se niega, pero permite a Patroclo que vista su armadura. Patroclo a la cabeza de las tropas de Aquiles y llevando su armadura alcanza a las tropas griegas y hace retroceder a las tropas troyanas hasta las defensas de su ciudad, pero Héctor se bate con Patroclo, matándole y quitándole la armadura. Aquiles se entera de la muerte de su amigo y se enoja y se desespera tanto que sin armadura se precipita a ayudar a los hombres a conducir al campo el cuerpo de Patroclo. Tetis, la madre de Aquiles pide al herrero de los dioses, Efecto, que haga una nueva armadura para Aquiles. El dios accede y Aquiles viste la armadura que le da Tetis, se reconcilia con Agamenón y conduce de nuevo a los guerreros griegos al campo de batalla.
Los troyanos aterrados por la llegada de Aquiles le suplican a Héctor que se retire dentro de los muros de la cuidad, pero Héctor no quiere dejarse intimidar. Los griegos rechazan a los troyanos hasta las puertas mismas de la ciudad que se abren para dejarlos entrar. En esta ocasión el ejército griego está a punto de tomar la ciudad, pero Agenor, un guerrero troyano, inspirado por Apolo se mide con Aquiles. En clara desventaja, Agenor desaparece por obra de Apolo, que ocupa su lugar y separa a Aquiles de sus hombres. Aquiles corre hacia las puertas a través de las llanuras y allí se encuentra con Héctor. Héctor resultará muerto en el duelo en el que Aquiles venga a Patroclo. El troyano en su agonía pide que su cuerpo sea devuelto a los troyanos para que se le den los honores fúnebres. Aquiles, furioso, le niega la petición, arranca la armadura del cuerpo de Héctor y lo amarra a su carro y lo arrastra por todo el campo de batalla hasta el campo donde el cuerpo de Patroclo espera ser enterrado. Aquiles se niega a devolver el cuerpo de Héctor para los servicios fúnebres. Príamo hace preparar a su gente con un carro lleno de tesoros que el rey conduce por si mismo hasta llegar con él al campo de los griegos, va hacia Aquiles y le suplica este que le devuelva el cuerpo de su hijo a cambio del gran tesoro. Aquiles acepta y permite que el rey se lleve el cuerpo de su hijo.
4. Personajes
La cantidad de personajes que circulan a lo largo de la obra es considerablemente grande por lo cual he seleccionado solo a aquellos que considero de importancia más relevante, divididos en los dos bandos. He optado por prescindir de los dioses pese a su gran importancia argumental y centrarme más en los hombres y mujeres que vivieron la guerra.
Bando griego.
Aquiles: El mayor de los guerreros griegos en la guerra de Troya. Era hijo de la ninfa del mar, Tetis, y de Peleo, rey de los mirmidones de Tesalia. Aquiles libró muchas batallas durante el sitio de diez años a la ciudad de Troya. Cuando el príncipe troyano Héctor mató a Patroclo, el desconsolado Aquiles volvió a la batalla, mató a Héctor y arrastró su cuerpo triunfante detrás de su carro. Más tarde permitió a Príamo, rey de Troya, rescatar el cuerpo de Héctor.
Agamenón: Rey de Micenas y jefe de las fuerzas griegas en la guerra de Troya. Hijo de Atreo, padeció la maldición lanzada sobre su casa. Después de un sitio de diez años, cayó Troya y Agamenón volvió victorioso a Micenas.
Menelao: Rey de Esparta, hermano de Agamenón, rey de Micenas, y marido de Helena de Troya. Cuando el príncipe troyano Paris raptó a Helena, Menelao organizó una expedición para rescatarla. Bajo el mando de Agamenón, Menelao y los demás reyes griegos zarparon hacia Troya.
Áyax, Hijo de Telamón: Poderoso guerrero que combatió en la guerra de Troya. Era hijo de Telamón, rey de Sala mina, y condujo a las fuerzas de esta isla hacia Troya. Un hombre corpulento, lento en el hablar pero veloz en la batalla.
Néstor: Rey de Pilos, hijo de Neleo y Cloris. Desde temprana edad, fue un guerrero sobresaliente que participaba en muchos de los grandes acontecimientos de su tiempo.
Odiseo: El más célebre de los héroes antiguos, gobernador de la isla de Ítaca y uno de los jefes del ejército griego durante la guerra de Troya. Popularmente es más conocido por su nombre latino, Ulises. Es el protagonista de la otra obra homérica, la “Odisea”, que toma su nombre de él.
Patroclo: Amigo predilecto del héroe Aquiles, a quien acompañó a la guerra de Troya. Patroclo murió a manos del capitán troyano, Héctor.
Calcas: Adivino más famoso entre los griegos en la época de la guerra de Troya. Por una sugerencia suya, los jefes griegos construyeron el caballo de Troya, gracias al cual las fuerzas griegas penetraron en la ciudad
Diomedes: Hijo de Tideo y de Deifile, fue el héroe favorito de Atenea y su protegido. Se unió a ejército griego en la guerra de Troya. En las huestes griegas, destaco junto a Áyax como uno de los mejores luchadores.
Bando troyano.
Héctor: Hijo mayor del rey Príamo y la reina Hécuba de Troya, y esposo de Andrómaca. Durante la contienda mata a Patroclo, el amigo amado de Aquiles, el héroe de los griegos. Aquiles, que se había retirado de la lucha por una disputa con el rey Agamenón, líder de las fuerzas griegas, vuelve al campo de batalla para vengar la muerte de su amigo. Desconsolado y frenético, persigue a Héctor tres veces alrededor de las murallas de Troya, lo mata y después ata el cadáver a su carro y lo arrastra por el exterior de las murallas hasta la pira funeraria de Patroclo. La “Ilíada” concluye con una descripción del funeral celebrado en honor de Héctor. En contraste con el feroz Aquiles, Héctor simboliza el guerrero caballeroso.
Paris: Hijo de Príamo y de Hécuba, rey y reina de Troya. Una profecía había anticipado que Paris causaría la ruina de Troya y, por esa razón, Príamo lo abandonó en el monte Ida, donde unos pastores lo encontraron y lo criaron.
Casandra: Hija del rey Príamo y de la reina Hécuba de Troya. El dios Apolo, que amaba a Casandra, le concedió el don de la profecía, pero cuando ella se negó a corresponder a su amor, el dios volvió inútil el don haciendo que nadie creyera en sus predicciones. Casandra advirtió a los troyanos de muchos peligros, incluso del caballo de madera con el que los griegos entraron en la ciudad, pero fue desestimada como una loca.
Eneas: Hijo de Anquises, un príncipe troyano, y de Venus, diosa del amor. Después de la toma de Troya por los griegos, Eneas fue capaz, con la ayuda de su madre, de escapar de la ciudad caída. Con su padre anciano a cuestas y mientras guiaba a su hijo pequeño de la mano, hizo su camino hasta la costa. En la confusión de la fuga, su mujer quedó atrás.
Helena de Troya: La mujer más bella de Grecia, hija del dios Zeus y de Leda, mujer del rey Tindáreo de Esparta. Su fatal belleza fue la causa directa de la guerra de Troya.
Lao conté: Sacerdote de Apolo (o de Poseidón). Lao conté, temiendo el ardid que era el caballo de madera de los griegos, aconsejó vanamente a los jefes troyanos que destruyeran el regalo, advirtiendo: "Temo a los griegos hasta cuando llegan con regalos".
Príamo: Rey de Troya. Después de la muerte de su hijo Héctor a manos del héroe griego Aquiles, Príamo se dirigió al campo griego para recuperar el cuerpo de Héctor. Aquiles perdonó la vida a Príamo y le entregó el cadáver de su hijo para que recibiese sepultura, pero durante el saqueo de Troya, Neoptólemo, hijo de Aquiles lo mató.
5. Análisis y Comentario.
Representación pictórica de la entrada del Caballo de Troya, momento presente en varias obras post-homéricas, pero no en la “Ilíada”
Uno de los temas más claros de la obra es la enorme influencia que los dioses ejercen sobre los humanos pero como son éstos los que hacen avanzar el mundo pese a esa influencia. Homero escribe una obra de gran longitud, densa, de lenguaje que hoy en día puede resultar recargado y complicado, y en la que se alternan partes que hacen vibrar de emoción con otras en las que el tedio en la lectura hace acto de presencia. Quizá esto se deba en cierto aspecto a que la obra jamás fue concebida para la lectura sino para el canto y ser recitada en voz alta.
Se tratan muchos otros temas, como el heroísmo, la camaradería o la amistad, implícitos dado el hecho de que se nos narra una guerra, o el amor y las consecuencias que puede llegar a conllevar. Y también el respeto y admiración mutos que en ocasiones surge entre los dos bandos contrarios en contraste con el odio y rabia que también pueden sentir. Un contraste que en muchos aspectos queda reflejado en los personajes de Héctor y Aquiles, que son sin duda dos de los principales pilares que sustentan la obra.
6. Bibliografía.
- HOMERO (1984) La Iliada, Madrid, CLUB INTERNACIONAL DEL LIBRO.
- VARIOS AUTORES (1999) Enciclopedia Microsoft Encarta 99, Microsoft.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)