Vistas de página en total

Film francés, Entre los Muros.-ESPACIO CURRIC.-TEORÌAY PROC. CURRICULAR-3º AÑO.-LUCIO.

Grupos heterogéneos Entre los muros: un film que (se) interroga sobre la educación La película de Laurent Cantet está basada en la obra del escritor y docente François Begaudeau, que también protagoniza el film, encarnando a M. Marin. Junto a él, un grupo de actores no profesionales, seleccionados entre los estudiantes de una escuela media de París, recrean la vida en la escuela. La extraordinaria calidad del resultado hizo que Entre los muros se alzara con el premio mayor en el Festival de Cannes de 2008, barriendo con el glamour, la celebridad y las superproducciones. Entre los muros es no solo un film ineludible para los educadores sino un sugerente material para compartir y discutir con los alumnos.

WERNER JAEGER Paideia: los ideales de la cultura griega

FOTOS DE CURSOS,CONFERENCIAS,FOROS , ECT.CON ESCRITORES/AS. LUCIO

Datos personales

Mi foto
A TODOS QUE LES INTERESE LA LENGUA Y LA LITERATURA CLÁSICA., RESISTENCIA-CAPITAL NACIONAL DE LAS ESCULTURAS-REPÚBLICA-, Argentina
ESTUDIANTE DE LENGUA Y LITERATURA.

¡ BIENVENIDOS AL MUNDO LITERARIO!.

CULTURA GENERAL.

¡ BIENVENIDOS A LOS LECTORES !.

...¡ HOLA ! LE DOY LA BIENVENIDA A TODOS/AS. LOS QUE VISITAN MI BLOG.

VISITADORES.

LA HORA.

CALENDARIO

RESUMEN Y REFLEXIÓN DE LA PELICULA-ESCRITORES DE LA LIBERTAD.

Este trabajo es una invitación a todos los docentes enamorados de su carrera, para que reflexionen acerca de su que-hacer pedagógico y la necesidad de innovar en la educación.

TRAILER DE LA PELICULA-LOS CORISTAS-PARA REFLEXIÓN DE LOS DOCENTES.

PELICULA ANALIZADA- FEOS-SUCIOS Y MALOS.

EN DONDE ESTOY UBICADO-LUCIO.

SLIDE-FOTOS. LUCIO.

Etiquetas

CHAT PÚBLICO-CONVERSA CONMIGO-LUCIO.

Seguidores

martes, 23 de marzo de 2010

LENGUA-EL VERBO.

El verbo
Teoría-Esquema-Actividades-Ideas
________________________________________
Teoría:
¿Qué es el verbo?
• Definición.
Es una palabra que expresa acciones o estados en un tiempo determinado.
Viajar, estar.
________________________________________
Lexemas y morfemas. Las desinencias.
• Lexema o raíz.
Es la parte del verbo que contiene el significado.
Pase ar, sal ir, vend er
• Morfemas o desinencias.
Dan la información gramatical del verbo: persona, número, tiempo, modo, voz.
Pase amos, sal e, vend erán
________________________________________
La persona y el número.
• Formas personales.
Nos dice quién realiza la acción del verbo y si se trata de uno o más. Son tres: 1ª, 2ª y 3ª del singular o plural.
Número/Persona 1ª 2ª 3ª
Singular Amo Amas Ama
Yo Tú Él/Ella
Plural Amamos Amáis Aman
Nosotros/as Vosotros/as Ellos/Ellas
• Formas no personales.
No expresan ni número ni persona.
• Infinitivo  Andar, temer, salir.
• Gerundio  Andando, temiendo, saliendo.
• Participio  Andado, temido, salido.
________________________________________
El tiempo.
• Los tres tiempos
Nos dice en qué momento ocurre la acción.
• Presente: Cuando la acción es simultánea al momento en el que hablamos.
Como.
• Pasado: Si nos referimos a algo anterior al tiempo en que hablamos.
Comí.
• Futuro: Si hablamos de algo posterior al tiempo en que estamos.
Comeré.
• Tiempos simples y compuestos.
• Los simples constan de una palabra. Llueve.
• Los compuestos tienen más de una palabra. Ha llovido.
________________________________________
El modo.
Refleja la actitud del hablante ante la acción verbal.
• Subjuntivo: Sirve para expresar duda, deseo o temor.
Ojalá venga Raúl.
• Imperativo: Sirve para indicar ruego o mandato.
Ven, Raúl.
• Indicativo: Sirve para expresar hechos reales y objetivos.
Raúl llegó.
________________________________________
La voz.
• Voz activa: Es la normal, en la que el sujeto realiza la acción del verbo.
El médico opera a mi primo hoy.
• Voz pasiva: Se forma con el verbo SER + PARTICIPIO y en ella el sujeto no realiza la acción sino que la recibe.
Mi primo será operado hoy por el médico.
________________________________________
Las conjugaciones.
Son un listado de todas las formas que puede tener un verbo.
• 1ª Conjugación: Formada por los verbos terminados en "-ar".
Cantar, amar, saltar.
• 2ª Conjugación: Formada por los verbos terminados en "-er".
Comer, saber, temer.
• 3ª Conjugación: Formada por los verbos terminados en "-ir".
Salir, partir, dormir.
Modelos: Amar, temer, partir.

________________________________________
Clasificación.
• Verbos regulares.
Son los que se conjugan igual que los modelos amar, temer, partir.
Cantar, deber, vivir.
• Verbos irregulares.
Son los que sufren modificaciones en el lexema o morfemas y, por lo tanto, no se conjugan igual que los modelos amar, temer, partir.
Volar, caber, morir.
• Verbos auxiliares.
Son los que ayudan a conjugar otros verbos y casi no tienen significado propio. Los más importantes son haber y ser.
Modelos: Haber, ser.

________________________________________
Las perífrasis verbales.
• Rodeos.
Consisten en decir con un verbo compuesto por varias formas verbales algo que se podría decir sólo con una.
Hemos de visitar a los tíos. Tenemos que visitar a los tíos.
• Construcción.
Se forman con un verbo auxiliar y una forma no personal de otro verbo (infinitivo, gerundio o participio).
Verbo auxiliar Enlace Forma no personal
Hemos de visitar a las familias.
Lleva visitadas tres familias.
• Significado.
Las perífrasis verbales añaden al verbo un significado especial que solo no tiene.
Hemos de visitar  Obligación
________________________________________
Esquema:
¿Qué es el verbo?
Definición.
-
- Lexemas y morfemas.
Lexema o raíz.
Morfemas o desinencias.
- La persona y el número.
Formas personales.
Formas no personales.
- El tiempo.
Los tres tiempos.
Tiempos simples y compuestos.
- El modo.
Subjuntivo.
Imperativo.
Indicativo.
La voz.
Voz activa.
Voz pasiva.
- Las conjugaciones.
Primera.
Segunda.
Tercera. Clasificación.
Verbos regulares.
Verbos irregulares.
Verbos auxiliares. Las perífrasis verbales.
Rodeos.
Construcción.
Significado.

LENGUA-CLASIFICACION DE LOS VERBOS.

CLASIFICACIÓN DE LOS VERBOS
Los verbos se pueden clasificar, en términos generales, a partir de los siguientes criterios: por su flexión o conjugación y por su significado.
Por su flexión los verbos pueden ser:
Regulares: son los verbos que al conjugarse no presentan variaciones en su raíz y siguen las desinencias del modelo al que pertenecer: amar, comer o vivir, estos tres verbos, debido a su comportamiento regular en todas sus formas de conjugación, se han considerad como modelos, correspondientes a las tres terminaciones del infinitivo ar-er-ir.
Irregulares: son los verbos que al flexionarse, presentan alteraciones en si raíz o en su terminación; por lo tanto, no se conjugan igual que los modelos amar, temer, partir. Ejemplo: el verbo ser : Soy seré sido es era éramos fui fuiste fuera
Defectivos: son los verbos que sólo se conjugan en algunas formas y carecen de otras. La mayoría de ellos sólo tienen la tercera persona, debido a su significado:
Concernir concierne conciernen
Acontecer acontece acontecen
Impersonales: son los verbos que sólo se conjugan en tercera persona del singular, en todos los tiempos, porque no tienen un sujeto determinado; aluden a fenómenos meteorológicos:
Llover: llueve mucho
Amanecer: amaneció nublado.
Por su significado los verbos se clasifican en:
Transitivos: son los verbos que dejan pasar la acción, y ésta recae sobre una persona u objeto. Esta persona u objeto es el Complemento Directo. Ejemplo: Juan ama la naturaleza
Para conocer si un verbo es transitivo hay que preguntarse qué o qué cosa es el objeto de la acción. AMAR es un verbo transitivo; en efecto, a la pregunta ¿qué se ama? se responde la naturaleza,
Intransitivos: los verbos intransitivos no necesitan de un Objeto Directo para completar la acción. Ejemplo: Carlos vive.
Muchos verbos se usan como transitivos o intransitivos según los casos: Ejemplos: Alejandro corre - Aquí sería intransitivo. No hay O.D.
Alejandro corre los cien metros lisos. En este caso sería transitivo pues lleva un O.D.
Copulativos: son los que unen al sujeto y el atributo de una oración. Los verbos copulativos son: ser, estar y parecer. Ejemplo: Consuelo es guapa. (El verbo es une el sujeto, Consuelo, con una característica de Consuelo, que es guapa)
La pelota está rota
Ignacio parece molesto.
Reflexivos: son los verbos que expresan una acción realizada por el sujeto, la cual recae sobre él mismo: exigen la presencia de los siguientes pronombres: me, te, se, nos.
Me baño con esencia de flores.
Se despertó temprano.
Recíprocos: se emplean para expresar una acción que realizan dos o más personas y cada una de ellas recibe el efecto de dicha acción, de ahí que se les considere como una variante de los verbos reflexivos. La ejecución de este tipo de acciones no puede realizarse nunca por un solo sujeto, siempre tiene que haber, por lo menos, dos. Por ello, las formas verbales que se usan son el plural:
Nos dijimos adiós.
Daniel y Lucia se admiraban mucho.
Auxiliares: son los verbos que participan en la formación de perífrasis y pierden, total o parcialmente, su significado: por lo general, es el verbo auxiliar el que se conjuga y acompaña el verbo principal: éste puede ser participio, gerundio o infinitivo, aunque en ocasiones, también puede estar conjugado:
Juan había prometido no volver a verla
Anda diciendo que estudiará matemática.
Los verbos auxiliares más frecuentes en español son: haber, ser, estar.
El verbo haber es el auxiliar que se usa más comúnmente, con él se forman los tiempos compuestos: hemos comido demasiado.
El verbo ser se usa como auxiliar en la formación de la voz pasiva: la casa fue vendida a buen precio.
El verbo estar puede utilizarse como auxiliar cuando va acompañado de un gerundio: está escondiéndose de mí.

LENGUA- TIPOS DE TEXTOS.

EDIPO REY.-SOFOCLES.

Edipo Rey; Sófocles
Literatura griega antigua. Teatro griego. Tragedia clásica. Amor materno. Argumento. Personajes
Literatura.

Edipo Rey; Sófocles
Ficha resumen del documento Edipo Rey; Sófocles

Edipo Rey.


INDICE


Datos del Autor --------------- Pág. 3

Resumen --------------------- Pág. 4

Personajes ------------------- Pág. 4

Opinión personal --------------- Pág. 6

Bibliografía ------------------- Pág. 7Autor

La fecha exacta del nacimiento de Sófocles, que pasó los primeros años de su vida en Corona , no se sabe con seguridad, pero se supone que es entre 496 y 494 a. C. Se le conoce por ser uno de los poetas trágicos griegos del momento, ya que con estos poemas consiguió su máxima perfección formal. Su extracción social de familia adinerada, le facilitó el acceso años estamentos culturales y políticos.

Algunos lo consideran un discípulo aventajado de Lampros. Es destacable su trayectoria en el mundo literario. Las únicas obras que han llegado hasta nosotros son: Áyax(450 a. C.), Antígona (441 a. C.), Edipo rey (430 a. C.), Electra (413 a. C.), Los Traquinias(420 - 410 a. C.), Filoctenes(409 a. C.) y Edipo en Colona (representada por el hijo de Sófocles después de la muerte de su padre en 401 a. C.) y un drama casi completo, Los sabuesos, que se descubrió en 1912 en un papiro egipcio.

Mediante todas estas obra, perfeccionó la técnica del teatro de Grecia. Los cambios destacables que hizo son, por ejemplo, reducir la lírica para desarrollar más el diálogo, dar mayor relieve a la indumentaria, introducir más actores y conseguir que cada drama formara un todo independiente. Principalmente escribe sobre la nobleza del sufrimiento y la de desgracia, donde predomina un fondo de sabiduría práctica mas que una filosofía razonada. Sófocles murió en 406 a. C. en Atenas.

De todos estos trabajos destacan, Edipo Rey, Antígona y Electra. Antígona narra la historia del matrimonio de la hija de Edipo, víctima de su celo fraternal. La protagonista obedece a un ser superior y tributa horas fúnebres a su hermano. Creonte, tío de Edipo y futuro sucesor en el trono de Tebas, es presentado como un tirano. Antígona está enamorada de Hemón, hijo de Creonte. La intención del autor es contraponer "las leyes no escritas e inquebrantables" de la conciencia a la razón de estado y a al ley de política. Lo que se quiere conseguir es, criticar al culpable.

Electra es el nombre de una doncella. Se cuenta en la historia que ella quiere la muerte de su madre Clitemestra para vengar a Agamenón, padre de Oreste. Ella desespera cuando cree que ha muerto su hermano Oreste. Su odio triunfa cuando su hermano venga la muerte de Agamenón con un doble asesinato. La construcción de la obra tiende a resaltar el carácter de Electra; fuerte y vengativa.

Resumen:

Mito de Edipo: rey de Tebas, hijo de Layo y Yocasta, rey y reina de Tebas respectivamente. Un oráculo advirtió a Layo que sería asesinado por su propio hijo. Decidido a rehuir su destino, ató los pies de su hijo recién nacido y lo abandonó para que muriera en una montaña solitaria. Su hijo fue recogido por un pastor y entregado al rey de Corinto, quien le dio el nombre de Edipo (pie hinchado) y lo adoptó como su propio hijo. El niño no sabía que era adoptado y, cuando un oráculo proclamó que mataría a su padre, abandonó Corinto. Durante su travesía, encontró y mató a Layo, creyendo que el rey y sus acompañantes eran una banda de ladrones y así, inesperadamente, se cumplió la profecía. Solo y sin hogar, Edipo llegó a Tebas, acosado por un monstruo espantoso, la Esfinge, que andaba por los caminos que iban a la ciudad, matando y devorando a todos los viajeros que no sabían responder al enigma que les planteaba. Cuando Edipo resolvió acertadamente el enigma, la esfinge se suicidó. Creyendo que el rey Layo había muerto en manos de asaltantes desconocidos, y agradecidos al viajero por librarlos del monstruo, los tebanos lo recompensaron haciéndolo su rey y dándole a la reina Yocasta por esposa. Durante muchos años la pareja vivió feliz, sin saber que ellos eran en realidad madre e hijo. Pronto Edipo descubrió que involuntariamente había matado a su padre. Atribulada por su vida incestuosa, Yocasta se suicidó y, cuando Edipo se dio cuenta de que ella se había matado, se quitó los ojos y abandonó el trono. Vivió en Tebas varios años pero acabó desterrado.

Personajes

Edipo: Hijo de Layo y Yocasta abandonado a su suerte tras nacer debido a una profecía, heredero del trono de Tebas al cual accedería tras asesinar inconscientemente a su propio padre y rey de Tebas en aquel momento, cumpliendo la profecía que años atrás le había pronosticado un oráculo a su padre por la cual Edipo le asesinaría.

Creónte: en la obra resulta ser el hermano de Yocasta. La posición que asume dentro de los acontecimientos es que al momento de morir Edipo se apodera del trono sin dejárselo al hijo Edipo, Eteocles que en ese momento era al que le correspondía el trono. En una batalla murieron los dos hermanos: Polinices y Eteocles y volvió a tomar el trono creón decretando que se negaran los ritos funerarios a todos los que habían luchado contra la ciudad.

Sus virtudes y cualidades son que es un hombre pasivo, capaz de resolver problemas y de desempeñar un papel de buen gobernante y se caracteriza también por ser un individuo seguro de si mismo, audaz y de convicciones firmes.

Tiresias: Era el encargado de anunciar las profecías a Edipo y supo muy bien tomar el papel de hacerle un poco impertinente la vida a Edipo. Era ciego gracias a que se decía que había visto a Atenea mientras se bañaba.

Yocasta: En lo personal el personaje de Yocasta me lo imagino como una mujer muy sentimental, dramática y solidaria. Me parece que estuvo bien en no quererle hacer daño a su propio hijo tratando de que no se diera cuenta de que había matado a su padre y Yocasta hizo todo lo posible para ayudarlo pero al momento de suicidarse por no haber logrado su objetivo se me hace la manera mas tonta de perder tu vida y a la vez un “salirte de los problemas” que nadie merece.

Un comentario que me gustaría hacer acerca de Yocosta y nuestra sociedad actual es que estamos en una cultura del indiferismo en donde nos da lo mismo mover un dedo o no, trabajar o no, ayudar o no y es algo realmente deprimente que la gente piense de esta manera cuando hay por ejemplo gente muriéndose de hambre en la calle y tu no puedes ayudarles ni siquiera con un peso!!! Esa era una virtud que tenía Yocasta desde mi punto de vista. Que le gustaba ser solidaria y ayudar.

Personajes secundarios: Corifeo (Vocero del pueblo) Mensajero (Lleva a Tebas la noticia del Rey de Pólibo) Paje (Testigo y relator de los últimos sucesos y el desenlace final) (Sacerdote) Ministro del culto religioso de Zeus. Pastor o Siervo (Anciano, antiguo servidor del difunto rey Layo)

Opinión personal

El libro me ha gustado bastante ya que se trata de una historia corta pero intensa y con una gran cantidad de sentimientos que se pueden percibir de sus personajes a traves de la lectura

Me pareció interesante la valentía con que Edipo, en este caso el personaje principal, enfrenta el problema y no trata de huir de ello como lo hacemos la mayoría de las personas en la actualidad, que a veces no nos atrevemos ni siquiera a decir lo sentimos o si fuimos responsables de algo o tal vez asumir el sentido de responsabilidad, fue este el detalle que más rescaté del libro.

Bibliografía

Libro: Edipo rey

Autor: Sófocles

Biografia de Sófocles: Enciclopedia Larousse 2000

RESUMEN-AYAX-SOFOCLES.

La Dialéctica Del Engaño y La Violencia En Ayax

Resumen

En esta tragedia el engaño y la violencia se entrelazan para poner en marcha la acción, para impulsar el desarrollo y hacer estallar los conflictos; y adquieren singular importancia en el diseño de los personajes.
El análisis del entramado de engaños y violencia ejercidos mediante la acción o la palabra por agentes humanos y divinos permite advertir la inestabilidad de los roles y los cambios en las relaciones interpersonales; de esta forma, abre la posibilidad de una relectura del Discurso engañoso de Ayax.



La acción heroica llevada al escenario trágico implica una toma de posición del héroe frente a una coyuntura en la que debe realizar una opción que lo compromete vitalmente, y lo lleva a enfrentar a otros personajes, humanos o divinos, que no comparten su concepción del mundo o al menos su postura ante la dificultad planteada.




Esas diferentes ideologías y actitudes generan en el escenario trágico un juego de fuerzas que según el caso resulta más o menos explícito, disimulado o encubierto. En la búsqueda de la resolución del conflicto, las distintas máscaras emplean estrategias que van adaptando a las necesidades de la situación dramática. De ahí que con frecuencia en el escenario se produzca el despliegue de actitudes, palabras, acciones, que apuntan a la persuasión, o que encierran engaño o que conllevan violencia.




Ayax de Sófocles es una obra particularmente rica en el entrecruzamiento de estrategias de persuasión, de engaño y de violencia, generadoras de un complejo diseño que intentaremos presentar en procura de una mejor comprensión de las relaciones interpersonales, y particularmente de la actitud que asume Ayax ante la perspectiva de una vida despojada de honor.

Como sucede en general en la tragedia, observamos en esta obra el predominio de la palabra sobre la acción; pese a ser una obra donde la pasión bordea el atropello, la concreción de la acción violenta en escena se reduce al tormento que aplica Ayax a los animales del rebaño y parcialmente a su suicidio. El resto es palabra; y cuando esa palabra injuria, amenaza, somete, maldice, se configura como violencia pero no deja de ser palabra. Tan palabra como la que, trabajada por un hablante con llana honestidad o con engañosos dobleces, se propone persuadir a su destinatario, o como la palabra narrativa, que introduce lo sucedido fuera de la escena.




Los antecedentes de la acción que se despliega en Ayax, y que son recuperados por distintas voces en la escena, nos remiten al concurso por las armas de Aquiles en el que nuestro héroe resultó perdidoso, y a la cólera vengativa de Atenea por la desmesura que este puso en sus palabras en dos ocasiones lejanas. En ambos casos Ayax resulta víctima de un engaño; de parte de los hombres, porque considera que el juicio por las armas no fue imparcial (448-9) sino que resultó amañado; y de parte de la diosa, porque le infundió dusphórous gnómas, falsas creencias, para desviar su intento de masacrar a los jefes griegos. Esto es que, en momentos distintos, Ayax es víctima del engaño humano y del divino. Lo que Sófocles pone en escena es la consideración de la reacción del héroe y las consecuencias que esto le acarrea a él mismo al final de su vida y después de su muerte, y al círculo de sus allegados.




En la versión homérica del juicio por las armas quienes evalúan los méritos de los guerreros aqueos son los jóvenes teucros y Palas Atenea (que posiblemente haya influido en el veredicto). Sófocles, en cambio, atribuye la resolución fraudulenta que impidió a Ayax la posesión de las armas aquíleas, a los Atridas y al mismo Odiseo; este hecho doloso se constituyó en un acto de violencia por cuanto al escamotearle el premio de las armas le arrebató la honra debida a sus méritos. La injusta decisión provocó la ira de Ayax y desencadenó la ejecución de su venganza, nuevo acto de violencia.

El engaño a que lo sometió la diosa hizo que esa venganza resultara fallida; Atenea oscureció el juicio de Ayax y éste descargó la violencia de su brazo sobre pacientes rebaños e indefensos pastores; de este modo la deshonra del héroe creció hasta tornarse insoportable. Esta es otra forma de privarlo de su honor, de despojarlo del reconocimiento de los demás. Como tal, esta trampa de origen divino se configura como un nuevo acto de violencia.




Es decir que este doble engaño que sufre Ayax y que podríamos llamar bipolar, opera como el motor que pone en marcha la acción dramática. En efecto, tiene como consecuencia una acción violenta que, pese a que se ejecuta, no cumple con la finalidad que se propuso su autor. Pero Ayax lleva a cabo esa acción violenta, a su vez, “solo, durante la noche y con engaños”; vemos, entonces, que la violencia y el engaño procedentes de los hombres conducen a Ayax a ejercer violencia con engaño en el mismo espacio de tiempo en que es engañado por la diosa. Creyendo, pues, recuperar su honor, Ayax empeora su reputación hasta un punto, para él, sin retorno. Esa situación lo conduce a ejercer violencia contra sí mismo, a descargar el ímpetu de su cólera quitándose la vida. Pero esta solución que Ayax encuentra como única salida posible no pone fin a la cadena de venganzas. Los Atridas extreman su odio hasta pretender descargarlo sobre el cadáver del enemigo muerto, y para ello prohiben la sepultura de Ayax. Esta desmedida actitud provoca el agón en que ambos por turno, ejerciendo violencia verbal debaten el caso con Teucro hasta que Odiseo pone fin pacífico a la querella.




Estos son los hechos más relevantes de la historia que Sófocles nos presenta sobre el tramo final de la vida de Ayax. Como vemos, el engaño y la violencia se entrelazan para poner en marcha la acción, para impulsar su desarrollo y hacer estallar los conflictos; y se constituyen, además, en dos instancias que adquieren singular importancia en el diseño de los personajes.

Resulta evidente, y la crítica lo ha señalado reiteradamente, que Sófocles sigue de cerca el modelo homérico cuando compone la figura de Ayax, si bien, como señala Reinhardt, el héroe trágico trasciende al de la épica. En Homero es reconocido por sus pares como el primero después de Aquiles, eximio guerrero que en innumerables ocasiones impide la derrota de los aqueos; el primero en defender a los compañeros heridos y en alejar al enemigo de los caídos en el combate. Es un verdadero campeón, atento siempre para acudir en auxilio de los que están en riesgo de ser superados por los adversarios. Es, en definitiva, un héroe solidario con sus camaradas. Si bien esta faceta del valor y el arrojo del héroe adquiere gran relieve en Homero, el diseño de este personaje no se agota allí. Ayax no es pura fuerza o coraje guerrero; su desempeño en el combate lo muestra como un hábil luchador, capaz de urdir rápidamente una táctica eficaz en medio del peligro y la violencia; comprende rápidamente dónde está el riesgo y cómo contrarrestarlo, y sabe llevar adelante una estrategia dando órdenes claras y atinadas a sus compañeros. Está dotado de una inteligencia práctica que le permite reaccionar rápidamente ante los cambios que se producen en la refriega; esa misma capacidad es la que lo mueve a indicar a sus compañeros de embajada el momento oportuno para abordar el tema que los ha conducido hasta las tiendas de Aquiles, y le dicta las palabras que actuarán en el corazón del Pelida para inducirlo a no volverse en las naves. El Ayax homérico, pues, no carece de habilidad en el uso de la palabra.





Sobre este molde, decíamos, construye Sófocles el héroe de su tragedia. Teucro, en el agón que mantiene con Agamenón, lo presenta con características semejantes a las homéricas. Podríamos decir que el rencor de Ayax hacia los jefes aqueos por el juicio de las armas también es fiel al Homero de la Odisea, que lo presenta en los infiernos enmudecido por el rencor; y Odiseo mismo le reconoce el indiscutido segundo puesto que ocupó en la Ilíada.





Sin embargo, Sófocles desarrolla el tema de la venganza del héroe con algunas variantes interesantes. Ayax ha decidido caer sobre los jefes aqueos, y si bien es desviado por Atenea que ensombrece su entendimiento, la decisión y el plan de vengarse son urdidos con plena conciencia. Si amañar el juicio sobre las armas implicó deslealtad hacia un aliado destacado precisamente por su solidaridad hacia todo el ejército, no menos cuestionable fue la actitud de Ayax: intentar matar a aquellos de quienes antes fue aliado y junto a quienes combatió contra un enemigo común.





Tanto la actitud de los jefes como la de Ayax implica un cambio radical en las relaciones recíprocas: de la alianza y la solidaridad al engaño, la venganza y la violencia. Ahondando en esta dirección, encontramos un detalle que adquiere singular importancia para nuestro estudio. Atenea, en el diálogo que mantiene con Odiseo en el prólogo, manifiesta a este que Ayax, en medio de la noche, se lanzó al ataque de los argivos dólios, con engaños (v47); esta información no procede del juicio parcial de un mortal, sino de la omnisciencia de la diosa; y este calificativo, dólios, aproxima a Ayax, que por tradición homérica es hombre de acción, al Ulises fecundo en ardides. Es decir que Ayax, al ejecutar la venganza, asume rasgos que definen a quien en ese momento es su más odiado oponente. La forma en que Ayax planea vengarse, abalanzándose en la noche y con engaños sobre los que ahora considera sus enemigos, nos evoca la Dolonía homérica, y sin duda el espectador ateniense haría la misma asociación. El Ayax de la Ilíada se ofrece para participar en la aventura nocturna junto a Diomedes, pero no es elegido por este sino que es desplazado por Odiseo, cuya compañía el Tidida prefiere; y juntos llevan a cabo con éxito la arriesgada misión nocturna. El contraste que se genera así entre la Dolonía y la escena trágica de la matanza del rebaño acentúa, por un lado, el fracaso de Ayax y el consiguiente deshonor. Y al tiempo que evoca la oposición homérica Ayax/Odiseo, provoca en la mente del espectador la asociación de ambos héroes por la matanza nocturna de enemigos, y nueva oposición por el resultado tan dispar de la empresa de uno y otro. Observemos también que en tanto Odiseo y Diomedes se lanzan sobre los adversarios de manera no premeditada (solo iban al campo troyano a espiar) y contra enemigos, Ayax sale de su tienda ya con el propósito de matar a quienes antes fueron sus aliados y camaradas de lucha. El objetivo y los resultados de esta su salida nocturna, que contrastan fuertemente con el episodio homérico, hacen que Ayax quede colocado bajo nuevas luces, en una situación inédita y de difícil resolución.





La matanza de animales realizada por Ayax tiene, además de la repercusión que podríamos llamar personal, en el ánimo y en la posición del héroe, otros efectos. El Coro trae los ecos del rumor que ha propagado Odiseo y junto con él los Atridas:

“tales maledicientes palabras ha inventado Odiseo y las dice en los oídos de todos y los persuade completamente. Anda murmurando de ti cosas que convencen fácilmente, y todo el que le escucha, más que el que lo ha contado, se complace en injuriarte en tus desgracias”.(148 y ss.)

“Y si los grandes inventan calumnias y las divulgan”…( 188-9)





Estas estrategias de Odiseo, que divulga rumores sobre los que no tiene aún certeza, resultan eficaces, por cuanto generan en el ejército una actitud de hostilidad hacia Ayax y los suyos, manifiesta en el clima de violencia que funciona como telón de fondo de la acción dramática; Ayax no lo ignora y es sensible a ello: “El ejército entero podría venir a matarme a mandobles” (v. 407). Y más adelante: “ Yo […] al que el ejército de los helenos odia” (v. 459). Esa actitud hostil es la misma violenta y apenas contenida animosidad que amenaza a Teucro, a Tecmesa, a Eurisaces, a los hombres de Salamina, particularmente tras la muerte de Ayax, su baluarte.





De modo que tenemos a nuestro héroe engañado por los jueces que adjudicaron las armas de Aquiles, engañado hasta la violencia por Atenea mientras él mismo comete actos violentos con engaños, y amenazado de violencia por el ejército. Esta es la circunstancia que escogió Sófocles para su Ayax. Qué opciones ideó para su personaje en esta coyuntura? Ayax las analiza en el primero de sus monólogos (vv. 430-480). Allí reconoce que se ha convertido en un ser odioso a los dioses, a los griegos, a los enemigos, a la naturaleza misma; imposible volver a su casa sin honra; impensable abalanzarse contra el enemigo para realizar solo alguna hazaña que le confiera morir con gloria, porque con ello satisfaría a los Atridas. La única salida que encuentra es morir con honor, y esa es su determinación (pant’ akékoas lógon (v.481). Las palabras del Corifeo, que brevemente intenta disuadirlo, no alcanzan repercusión en el héroe. Tecmessa argumenta in extenso apelando a la situación desvalida en que quedarían ella, su hijo y los padres de Ayax si éste lleva a cabo la decisión de morir. Esta apelación, de fuerte intención persuasiva, produce algún efecto en su destinatario. En el discurso que dirige a su hijo (v. 545 y ss.) Ayax se despide del niño y da órdenes que deberán cumplirse a su muerte, y que parecen tener en cuenta lo dicho por Tecmessa, ya que son disposiciones por las cuales intenta asegurar el bienestar de Eurisaces y el de sus propios padres una vez que él se haya quitado la vida.





Siguiendo la propuesta de Winnigton-Ingram, para interpretar debidamente el discurso que una parte de la crítica llama Trugrede o discurso engañoso nos remitiremos primero al monólogo que recita Ayax en la soledad previa a su muerte. Allí se observa la pervivencia de su cólera contra los Atridas, que hace extensiva a todo el ejército de los griegos. Contra todos ellos descarga la violencia de la maldición con que impreca a las Erinis, para que los hagan perecer de la peor manera, sin tener piedad de ninguno de ellos. Ante esta nueva manifestación de la cólera que, como señala el Coro (v. 639) ha ido nutriéndose y creciendo en Ayax desde el juicio por las armas, difícilmente pueda pensarse que las expresiones conciliadoras del discurso engañoso deban tomarse en sentido absolutamente literal.





Si bien el adjetivo dólios, engañoso, con el que Atenea lo califica en el prólogo, abre la posibilidad de considerar que Ayax produce a sabiendas un discurso que resulta ambiguo y especialmente destinado a ser interpretado de diferente manera según el receptor, no clausura la cuestión. De todos modos no nos parece pertinente definir taxativamente si este parlamento es efectiva y totalmente mendaz, o si se trata de un discurso bienintencionado en el que mantiene y expresa su decisión de darse muerte, y cuya interpretación en sentido inverso corre por cuenta exclusiva del destinatario.Entendemos que lo que sí resulta claro es que Ayax es, en primer término, víctima de la violencia y del engaño procedentes del ámbito divino y del humano. Esa violencia conjugada con el engaño, en el plano humano procede de un cambio: los jueces que amañaron su voto quebraron la relación leal que exige una alianza solidaria en el combate, y se enfrentaron con Ayax. Y a su vez genera cambios: Ayax deja de considerarse aliado de los aqueos y ve en ellos a sus peores enemigos; este cambio de posición relativa genera nueva violencia unida al engaño, esta vez desde Ayax hacia el resto. La intervención de Atenea, que como señalamos ya, nubla la mente y desvía la mano de Ayax, es un nuevo engaño sentido como violencia que priva al héroe de su timé. Si la privación de esa timé, que es percibida como irreversible, es uno de los motivos y no el menor del suicidio de Ayax, no es el único. La cadena de engaños y violencias que hemos observado genera cambios abruptos que hacen que un héroe de las características de Ayax quede desinstalado, removido de sus certezas en relación con los dioses y con los hombres. Un dios que engaña, un aliado que hace trampa y se convierte en enemigo, un ejército de camaradas que lo amenaza son motivo suficiente de conmoción, de perturbación interior. Si a esto se suma el asombro –o el espanto- de descubrirse a sí mismo cambiado, ubicado en un lugar en el que nunca pensó estar, colocado en una situación en la que es imposible definir claramente los roles y las relaciones interpersonales, se comprenderá que Ayax, agotada su capacidad de adaptación, no encuentre ya su lugar en el mundo.





Esta dolorosa toma de conciencia lo torna inconmovible en su decisión de darse muerte; la violencia sufrida por obra de otros tiene como efecto nueva violencia, esta vez contra sí mismo. Creemos que no hay vacilaciones ni variaciones en este su propósito. No debemos perder de vista que no estamos ante un tratado de moral práctica, sino ante un espectáculo teatral que, desde el terreno de la ficción, y valiéndose de la polisemia y del poder de sugestión de la palabra artísticamente forjada, propone a la audiencia un Ayax, figura dramática por la que Sófocles problematiza algunas constantes de la condición humana: la permanencia y el cambio, el engaño y la verdad, la violencia y la persuasión. Ayax, acorralado por el engaño y la violencia, al tomar la decisión de darse muerte, opta por la alternativa de la violencia, violencia que, para ser ejecutada, requiere que el arte de Sófocles la vista con la apariencia del engaño.





En esta tragedia el héroe reúne y condensa la violencia sufrida en sí mismo y ejercida por él sobre otros y sobre sí; la persuasión y el engaño, que se entrelazan inseparablemente en su discurso en virtud de la ambigüedad de la palabra poética; la resistencia al cambio y la indeseada y dolorosa experiencia de la propia mudanza y de la inversión de roles.

Cuando se inicia la acción dramática ya se han producido los hechos que condujeron a relaciones alteradas y roles cambiados: los Atridas y Odiseo en el bando de los enemigos de Ayax, este vengándose, según cree, con saña, y el ejército mal dispuesto hacia él. Como señalábamos antes, lo que Sófocles nos ofrece en espectáculo no es tanto la acción en sí, sino la palabra que se teje en torno a la acción, sea para narrar lo que acontece fuera del tiempo y de la vista del espectador, sea para anunciarlo, comentarlo o evaluarlo de diversas maneras. En este marco se inscribe, particularmente, la segunda parte de la obra, en la que se pone en escena la disputa por el cadáver de Ayax. De modo semejante a una diadikasía, procedimiento judicial al que apelaban quienes consideraban tener más derechos que otros sobre algún bien, debaten los Atridas con Teucro acerca de la potestad sobre el cuerpo del héroe. Y así asistimos a la puesta en escena de un uso de la palabra que se constituye en violencia. En la disputa, escasos son los argumentos que esgrimen una y otra parte; en cambio prevalece, de parte de los Atridas, la palabra injuriosa contra Ayax y contra Teucro, quitándole méritos al primero para ser enterrado, señalando que el segundo, por su bajo linaje, no es digno de entablar querella; más que razones, bravatas y amenazas estallan entre uno y otro, en una escena en la que la violencia verbal asume un rol preponderante.





Observamos, entonces, que las relaciones de amistad y enemistad que están ya establecidas al comienzo de la acción, se mantienen a lo largo de la obra, excepto en lo que hace a Odiseo. Él es el único capaz de amoldarse rápidamente a la nueva situación que se genera con el suicidio de Ayax, y gracias a esa capacidad logra, en el último agón, que Agamenón levante la prohibición del sepelio de Ayax.





De este modo, la violencia que se despliega desde el inicio y a lo largo de toda la obra, alcanza su apaciguamiento solamente en el final. Porque Odiseo fue capaz de un doble cambio: de aliado a enemigo de Ayax, y tras la muerte de éste, nuevamente su aliado para permitir su sepultura. Esta capacidad de rápida adaptación a circunstancias nuevas contrasta con la actitud de Ayax, y le permite sobrevivir sin sentir menoscabada su honra en un mundo del que éste prefirió irse definitivamente.

RESUMEN EL ELECTRA-SOFOCLES.

RESUMEN DEL LIBRO :
Electra


Sófocles

Antecedentes:

La tragedia es una forma literaria, que originariamente consistía en cantos, acompañados de música, danzas, recitaciones en honor de algunas divinidades, principalmente Dionisos; al principio estaba constituida por el coro y un actor–contestador, replicante (hipocrites); luego se fue perfeccionando, y se desarrolló con esplendor en Atenas, en el siglo V a.C., por lo cual debería llamarse tragedia ática. Los tres grandes trágicos fueron Esquilo, Sófocles y Eurípides. Sófocles fue quien introdujo al tercer personaje; trató en profundidad los límites de la existencia humana. Entre sus obras más importantes se encuentran: Antígona, Edipo Rey, Electra, Edipo Colono, entre otras.

Nota: Las obras de teatro griegas no están divididas en actos y escenas como las nuestras. Se pueden encontrar obras divididas en episodios y stasima (cantos corales u odas). Generalmente, las obras griegas tienen de tres a seis episodios. Se puede pensar que los episodios son equivalentes a los actos y se sabe que terminan porque el coro empieza con una stasima. Algunas traducciones dividen a la obra en escenas y actos; otras usan los términos griegos. Lo que importa es que los griegos no escribían sus obras en escenas y actos. La traducción que nosotros usamos (Fitts y Fitzgerald, si quieres saber cual es) usa las siguientes divisiones: Prologo (te informa de lo que va a pasar antes de que empiece la historia), parados (entrada del coro), escenas y odas.



Personajes principales:

Electra: personaje principal. Hermana mayor de Orestes y Crisótemis, hija de Clitemestra y Agamenón. Electra tiene como único objetivo vengar la muerte de su padre, es necia, impulsiva y está llena de amargura y rencor.

Orestes: personaje principal. Joven inteligente que planea la venganza de su padre. No se llega a profundizar mucho en su personaje, sin embargo, es quien le da el giro absoluto a la historia.

Pedagogo: personaje secundario. Prudente y bondadoso. Cuidó de Orestes durante 20 años y le ayudó en su venganza.

Crisótemis: personaje secundario. Una joven prudente y sabia, que procura no exaltarse y mantener la calma, a su vez, cobarde, pues no le interesa ser partícipe directo de la venganza.

Clitemestra: personaje secundario. Madre de Crisótemis, Electra y Orestes. Vengativa, dura con Electra y ambiciosa por poder.

Egisto: personaje secundario. Hombre ambicioso, corrupto y asesino de Agamenón.

Coro de doncellas: Son como la conciencia y consejeras de Electra. Anuncian los presagios de los dioses.



Argumento:

La historia inicia cuando el Pedagogo, antiguo ayo del palacio en Argos, le muestra a Orestes lo que hay allí, pues siendo él pequeño, Electra, su hermana mayor, se lo entregó por miedo a no ser asesinado al igual que su padre, Agamenón, por Clitemestra (madre de Orestes, Electra y Crisótemis) y Egisto (actual esposo de Clitemestra y rey en Argos. Oresetes fue enviado a Fócide junto con Estrofio, sobrino de su padre, 20 años atrás y ahora está a punto de llevar a cabo la venganza de su padre, ya que a través del oráculo pítico, Orestes debe planear la muerte justiciera por su mano, sin escudo ni ejército. Orestes explica su plan de acción, el cual consiste en que el Pedagogo tendrá que hacerse pasar por extranjero de Fócide y notificar en el palacio la muerte de Orestes, de esta manera, con astucia y engaños, podrán asesinar a Clitemestra y Egisto; pero no sin antes, presentar ofrendas a la tumba de su padre.

Electra se encuentra dentro del palacio lamentándose y exigiendo justicia por el asesinato de su padre. El coro, conformado por doncellas del lugar, entra en escena durante sus lamentos e inicia un largo diálogo lírico que representa la reflexión de Electra y queda resuelta su actitud de fidelidad a su padre y la esperanza de venganza de Orestes.

Crisótemis, hermana menor de Electra, entra en escena y ambas comienzan a discutir, pues Electra cree que Crisótemis está defraudando la memoria de su padre por carecer de ávidos deseos de venganza, sin embargo, Crisótemis refleja prudencia y cordura en sus palabras. Ante una discusión sin resolución alguna entre ambas, Crisótemis se retira de escena para presentar sus ofrendas a la tumba de su padre.

Electra permanece en escena y el coro anuncia que Clitemestra ha tenido una visión nocturna que predice que pronto será vengado el espíritu de Agamenón. Clitemestra entra en escena y sostiene una fuerte discusión con Electra, pues ella se justifica al mencionar que Agamenón había sacrificado a su hija ante los dioses y por ello debía de morir, sin embargo, Electra le recrimina su deslealtad, asesinato y complot con Egisto (actual esposo de Clitemestra) para degollar a su padre y apoderarse de Argos. Mientras ambas se recriminan, el pedagogo entra en escena, haciéndose pasar por el extranjero de Fócide que anuncia la supuesta muerte de Orestes. Ante esta noticia, Clitemestra se siente mucho más tranquila y confiada e invita al pedagogo a pasar al palacio. Electra permanece desconsolada y frustrada ante su deseo de venganza.

Crisótemis entra en escena y le comenta a Electra que Orestes permanece vivo, pues encontró otras ofrendas en la tumba de su padre, sin embargo, Electra le da la noticia y le pide que lleven a cabo la venganza juntas. Crisótemis se niega a ayudarla y se retira de la escena.

Mientras Electra continúa lamentándose, Orestes entra en escena y tras ver su enorme pesar, le confiesa quién es él y su plan justiciero. Electra se llena de dicha, pero sabe que debe disimular, pues Egisto estaba por llegar al palacio. Orestes entra al palacio mientras Electra permanece afuera esperando la llegada del traidor. Egisto sostiene un enfrentamiento verbal con Electra y se burla de ella. Electra, por el contrario, le contesta de forma evasiva y lo envía al palacio. Egisto, confiado, entra al palacio y se encuentra con la muerte, tanto suya, como de Clitemestra.



Escena por escena:

Prólogo (v. 1-120)

El pedagogo ofrece un panorama de la historia, explica cómo llegó Orestes a sus manos y cómo fue asesinado su padre. Orestes explica su plan de acción y se dirige a presentar ofrendas en la tumba de su padre, Agamenón. A partir del verso 86, ocupan el prólogo los lamentos de Electra.

Párodo (v.121-250)

El coro entra durante los lamentos de Electra e inicia un largo diálogo lírico. Aquí queda clara la resuleta actitud de Electra de fidelidad a su padre, rencor y odio hacia su madre y la esperanza de venganza de Orestes. El coro, aunque simpatiza con ella, le recomienda que sea prudente y confiada en los dioses, además de paciencia con su madre y Egisto. Ella se resiste diciendo que ello supondría deslealtad para su padre.

Episodio 1 (v.251-471)

Comprende de dos partes. En la primera parte, Electra justifica su conducta y se reconforta con la idea de que Orestes volverá. En la segunda parte hay una discusión en tono airado con Crisótemis, quien le recomienda a Electra actuar con calma y prudencia si es que desea llevar a cabo una venganza inteligente. Por el contrario, Electra le ordena desobedecer a su madre y mostrar el mismo repudio que ella siente. Clitemestra se retira a la tumba de su padre.

Estásimo 1 (v.472-515)

El coro está esperanzado desde que ha sabido que Clitemestra ha tenido una visión nocturna y predice que pronto será vengado el espíritu de Agamenón con el castigo a los autores de su muerte.

Episodio 2 (516-1057)

Abarca cuatro escenas. En la primera Clitemestra dialoga con Electra y ambas se recriminan agriamente. En la segunda parte el Pedagogo entra disfrazado y cuenta en una larga narración la muerte de Orestes. Clitemestra se siente liberada y Electra desamparada. Entra el falso mensajero al palacio para ser agasajado. La tercera parte es un diálogo entre Electra y el Coro, en el que la joven se lamenta ante su soledad. En la cuarta parte entra Crisótemis por haber descubierto sobre la tumba de su padre pruebas de la presencia de Orestes. Electra le transmite las noticias recientes del pedagogo y le pide colaboración para llevar a cabo sus propósitos de venganza. Crisótemis no acepta y la discusión llega a su clímax.

Estásimo 2 (1058-1097)

Dos cortas estrofas en donde se compara la actitud de las dos hermanas. Se reprocha que Cirsótemis actúa como las aves del cielo, pues la impiedad no escapará al castigo. Electra, por el contrario, se encuentra completamente sola ante un destino que ha elegido, para lo que implora el triunfo.

Episodio 3 (1098-1383)

Orestes se presenta a sí mismo como focense, acompañado de dos criados, uno de ellos con una urna. Orestes se da a conocer a Electra, que da rienda suelta a su alegría. Hablan de sus planes. El pedagogo entra en escena para urgirles a no perder tiempo en palabras y llevar a cabo el plan. Entran en el palacio y Electra le hace una plegaria a Apolo.

Estásimo 3 (1384-1397)

Brevísimo en extensión. El Coro imagina lo que están haciendo los vengadores.

Éxodo (1398-1510)

Electra sale del palacio para describir la situación adentro. La muerte de Clitemestra ocurre primero. Luego se aproxima Egisto, al que la joven recibe con ambiguas palabras. Los extranjeros descubren el cadáver de Clitemestra y Egisto, por su pie, entra en el palacio, donde va a correr la misma suerte que su cómplice.



Para que te luzcas!

Todo gira en torno a la obsesión de Electra por vengar la muerte de su padre, Agamenón. El punto es que no fue una muerte cualquiera, pues la ejecutaron nada menos que la mujer de Agamenón y madre de Electra, Clitemestra, y Egisto, su nuevo marido. El asesinato se consumó cuando Agamenón regresaba triunfante de la guerra de Troya. Eletcra busca el apoyo de Orestes, su hermano, para concretar su venganza; en tanto Crisótemis, su otra hermana, trata inútilmente de disuadirla de semejante obsesión.

Electra nos pone de nuevo ante una lucha de principios que es tan vieja como el mundo. Electra, auxiliada por Orestes, logra completar su venganza: toma las vidas de su madre y de su padrastro a cambio de la vida de su padre, que ellos habían tomado antes. Y, en una de las escenas más patéticas de la obra, Clitemestra trata de explicarle a su hija Electra que ellos mataron a Agamenón porque él había sacrificado a su hija Ifigenia, para ponerse en gracia con los dioses.

La cadena del crimen y la venganza es el argumento profundo de esta tragedia. Una de las derivaciones más conmocionantes de la obra es su capacidad de ser estrictamente actual. Lo que vio Sófocles, hace más de dos mil años, lo podemos ver hoy en las noticias y en la vida. Cambian los escenarios, se modifican las justificaciones, son otros los perfiles de los personajes, pero la naturaleza humana es la misma. ¿Dónde están los signos profundos de la evolución? Ciertamente no son palpables.

Es una buena lección no sólo para los seres individuales, sino también para las sociedades. La venganza, en cualquiera de sus infinitas manifestaciones, sólo conduce a la prisión de sí misma. Recuerden que la venganza sólo mata el alma y la envenena.

LITERATURA Y CULTURAS GRIEGAS."TRAGEDIAS".

Antígona; SófocleS.
Literatura universal antigua. Tragedia griega. Mitología y realidad. Argumento. Personajes
Literatura.

Antígona; Sófocles
Ficha resumen del documento Antígona; Sófocles.
Autor

Personajes

Resumen de la obra

Ideas fundamentales y secundarias de la obra. Su relación con el mundo actual

Conclusiones


Autor

En griego Sophoklës. Poeta griego (Colona, entre 496 y 494-Atenas 406 a.d.C.)

Hijo del armero Sofilo, desde muy joven demostró una excepcional vocación hacia el arte damático. En 468 a.d.C. fue declarado vencedor en un certamen teatral en el que también participaba Esquilo.

De la vasta producción dramática de Sófocles, integrada por más de 120 piezas, sólo se han conservado siete tragedias y el fragmento de una obra satírica. Entre sus principales contribuciones a la evolución del género trágico se cuentan la introducción del tercer actor, con el consiguiente enriquecimiento del diálogo; el abandono a la trilogía tradicional, en la que cada pieza guardaba estrecha vinculación con las otras, y la concentración de la acción en el plano psicológico, que le permite crear una vasta y compleja galería de héroes trágicos. Uno de sus mecanismos creadores más representativos es la ironía dramática, por la que las palabreas de algunos personajes adquieren un sentido al contrario al que querían darle al pronunciarlas.


Las siete tragedias que se conservan son las siguientes: Áyax, Antígona, Edipo rey, Electra, Las traquinias, Filoctetes y Edipo en Colona.

Se conocen títulos de obras perdidas y hay trozos de algunas de sus obras, donde cabe destacar los 400 versos de Los sabuesos, que se descubrieron en 1912, en un papiro egipcio.


Además de Antígona que plantea el conflicto entre el amor fraternal y la obediencia a las leyes humanas, la obra más difundida y universal de Sófocles es Edipo Rey a la que Aristóteles considera el prototipo de la tragedia clásica.

Resumen de la obra

Antígona era la hija de Epido y Yocasta y hermana de Ismene, de Eteocles y de Polinices. Antígona acompañó a su padre cuando éste, al descubrir el crimen y el incesto que había cometido, partió hacia el exilio después de arrancarse los ojos. Se refugiaron en Colona, un pueblecillo de Ática, donde la muerte trajo finalmente la paz a Edipo. Antígona regresó entonces a Tebas. Después de que Eteocles y Polinices se mataran mutuamente en su lucha fratricida por el poder, su tío Creonte, convertido en rey de Tebas, dijo que Eteocles tenía que recibir una sepultura y honras fúnebres (porque defendió el pueblo) y a Polinices no. A éste le cogieron y lo tiraron al campo para que las alimañas y las aves rapiñas se lo comieran. Las tradiciones griegas establecían el deber sagrado de sepultar a los muertos, señalando que en caso contrario el alma del difunto vagaría eternamente sin reposo y nunca podría acceder al reino de las sombras.

Ismene se sometió al edicto de Creonte; no así Antígona , que transgredió conscientemente la prohibición del tirano por amor a su hermano y en nombre de las "leyes no escritas e inmutables de los dioses" (pag. 389). Condenada a ser emparedada viva, Antígona pone fin a su vida ahorcándose. Su prometido Hemón, hijo de Creonte, se da muerte sobre el cuerpo sin vida de Antígona, y la esposa de Creonte, a su vez se suicida de dolor.

Personajes

Antígona:

Es la hija de Epido y Yocasta y hermana de Ismene, de Eteocles y de Polinices. Es una persona decidida con las ideas claras que la sirve para revelarse contra su tío, el Rey de Tebas, que tiene todo el poder. Es consciente del peligro que corre, al querer darle a su hermano Polinicles la sepultura que se merece, pues Creonte siempre cumplía su palabra, pero es peor, para ella, pensar que ha fallado a sus antepasados y que ha ido en contra de lo que la sangre que corre por sus venas le dicta.

La ley que rige en los principios morales de Antígona, es la ley de las costumbres, de la religión y de la familia. Ante las órdenes de Creonte de no enterrar a Polinices ante el supuesto crimen que ha cometido, Antígona decide desobedecer la orden de su tío aunque ello le suponga su propia vida, ella no puede traicionar a su hermano y así se lo dice a su hermana Ismene " sí, que es hermano mío y, aunque no quieras, tuyo. No quiero ser culpable de haberle traicionado" (pag. 376). Se impone la fidelidad a la familia, a las costumbres y a la moral que dice que todo cadáver debe ser enterrado debidamente y añade " a Creonte nada le permite inmiscuirse en lo mío".

Estas afirmaciones que Antígona hace a su hermana, dan a entender la firmeza de sus convicciones religiosas y de fidelidad familiar, ya que desobedecer la Ley que Creonte ha impuesto respecto al cadáver de Polinices, le puede llevar a su propia muerte, y ella prefiere morir a renegar de sus principios.

Creonte:

Es el Rey de Tebas, descendiente de Meneceo, padre de Hemón y tío de Antígona, Ismere, Eteocles y Polinicles. Cree tener la razón cuando determina que Polinicles tiene que pudrirse sin haberle dado sepultura pero no piensa en las consecuencias que puede acarrearle la decisión de Antígona y su oposición. Se mantiene firme toda la obra, sin importarle la oposición de su hijo, y la explicación, con fundamentos, de su sobrina Antígona.

Los dos únicos momentos en los que muestra debilidad son, primero cuando Tiresias, su adivino, le advierte sobre las consecuencias de la muerte de Antígona; y segundo cuando ve morir a su hijo y ve a su esposa muerta.

Para Creonte su Ley es la ley del poder. Lo primero que manda es que el cuerpo de Polinices no sea sepultado y que sea pasto de las aves y alimañas, ya que le considera un traidor y que un traidor, aunque sea su pariente, no tiene derecho a un entierro digno. Así lo afirma en el texto " para mí una persona que, en la ciudad mandando, no se atenga al mejor criterio, sino deje el miedo a tal o cual cosa cierre su boca, me parece el peor hombre que ha existido jamás; y para el ciudadano que posponga su patria al amigo, ninguna consideración tengo" (pag. 380) y más adelante dice "esta es mi decisión; jamás de parte mía conseguirán los malos más honor que los justos, mas quien resulte amante de esta ciudad, será por mí tan estimado muerto ya como en vida" (pag. 381).

El criterio de Creonte es el del poder, el de que no puede anteponer dicho poder a otras consideraciones, como las religiosas, las de la familia, de las costumbre. Considera a Polinices un traidor, un malvado y por ello no le puede dar el mismo honor que a los justos. Pero le desprecia, ya que el entierro que propone no es ni siquiera digno, ya que el cuerpo quedaría a merced de las alimañas.

Cuando se entera de la desaparición del cadáver, el Corifeo le insinúa que el suceso puede tener algún componente divino (religioso), pero no lo cree así, dando a entender que no cree mucho en los dioses, así dice " es intolerable que digas (al Corifeo) que a los dioses les importa ese muerto ni aun en el grado mínimo" (pag. 384) y más adelante "¿ has visto que algún dios estime a los malvados? (pág. 384). El cree que ha habido algún soborno a los guardias, no cree en acciones divinas.

Ismene:

Es la hermana de Antígona. En un momento de la obra Antígona la cuenta que va a ir a enterrar a su hermano y ella se escandaliza y no la ayuda por temor al Rey de Tebas.

Al cabo del tiempo Ismene se da cuenta de que es mejor ayudar a su hermana, y así lo hace. Cuando Creonte la llama ella dice que ayudó a su hermana a enterrar el cuerpo.

Al principio Ismene tiene una conducta cobarde, indecisa y temerosa pero al final se arrepiente de su cobardía y rectifica.

Guardián:

Es quien va a darle la noticia a Creonte de que alguien ha cubierto el cuerpo de Polinicles. También es el que encuentra a Antígona cavando una tumba.

En la figura del guardián se ha atenido Sófocles al personaje que relaja la tensión haciendo sonreír al público. Divierte este personaje tan asustado, pero tan listo como para hacer gracia al rey saliendo así bien del lance.


Hemón:

Hijo de Creonte y Eurípides y el prometido de Antígona. Se opone a la decisión de su padre y le amenaza con una espada, después se marcha a donde está enterrada Antígona y se quita la vida.

Hemón se enfrenta a su padre, Creonte, al principio con palabras amables y protestas de cariño mutuo; pero terminarán enfurecidos por el odio y la pasión. Los argumentos del padre son los que ya conocemos: los hijos deben ser meras prolongaciones de los progenitores en el trato con amigos y enemigos; sería vergonzoso que Hemón transgrediera esta regla impulsado sólo por la pasión erótica que le haga esclavo de una simple mujer. Creonte no puede volverse atrás; la ciudad necesita orden, disciplina y no anarquía. Pero tales argumentos se lo ponen fácil a Hemón. Cómo él puede salir y entrar de casa cuando quiera, posee más datos sobre la opinión pública, favorable a Antígona, que el déspota aislado en su palacio sin otro interlocutor que los aduladores del coro. Intenta convencer a su padre que cree saberlo todo y nunca se doblega. Ante la irracionalidad de su padre por el amor que siente sobre Antígona y por los principios que representa se quita la vida cuando descubre muerta a su amada.

Tiresias:

Es un anciano, vidente de Creonte. Es al único que verdaderamente escucha porque es quien alerta de todo lo malo que le puede suceder con Antígona y propone a Creonte el entierro de Polinices.

Mensajero:

Es el encargado de decirle a Creonte que su hijo Hemón se ha suicidado y también de decirle que su esposa, Eurídice, también lo ha hecho.

Corifeo:

Es el presidente del Coro de ancianos de Tebas. Representa la máxima autoridad después del Rey. En todo momento sabe lo que ocurre y es consciente de la situación de Creonte. Intenta convencerle que la sepultura del cadáver de Polinices es obra divina así el problema quedaría zanjado, pero su intento es inútil.

Coro:

El coro representa la voz de los que adulan al rey, y lo que hace es dar la opinión de éste, aunque puede deducir o imaginarse lo que puede pasar. Analiza lo que hace Creonte y las situaciones que genera. Al principio de la obra siente angustia, pero no ante la desmesura de Creonte, secundaria hasta ahora, sino ante el atrevimiento del que ha desobedecido sus órdenes.

Más adelante ante el castigo a Antígona el coro se pone de lado de Creonte, la desobediencia ha sido la causa del castigo. Los dioses han vuelto a ofuscar el que cree bueno el mal. Para el coro el mal ha sido Antígona, en cambio para otros como hemos visto el desatinado Creonte. Sófocles pone al coro frente a la ambigüedad ya que quiere mostrar lo delicado y difícil del problema, saber quien tiene la razón y quién no en este conflicto entre leyes.

Ideas fundamentales y secundarias de la obra. Su relación con el mundo actual

Como ideas fundamentales y secundarias de la obra destacamos las siguientes:

a) Oposición entre leyes divinas y humanas

El dramaturgo ha preferido aquí un tema relacionado de forma indirecta con la política. Una oposición entre dos personas, hombre y mujer, tío y sobrina, en un encuentro entre dos maneras de atenerse a las leyes divinas o humanas; un choque de las viejas normas religiosas y familiares con la innovadora razón del Estado representada por un tipo de gobernante autocrático y poseído de sí mismo, alejado de la sensatez y buen juicio que se le debía suponer. El individuo se afirma frente a este déspota con otro modo de enfocar la vida y las relaciones entre humanos; el hijo se yergue frente al padre en ese conflicto generacional del que mil ecos atruenan hoy en nuestra sociedad; todo en efecto muy actual hasta el punto de que ningún drama antiguo se ha erigido como éste en estandarte de tantas doctrinas a lo largo de un siglo.

b) Relación entre tiranía y democracia

En la obra se destaca dos formas diferentes de ejercer el poder, el de Creonte y el de Hemón su hijo.

Creonte representa el poder absoluto y no permite sugerencias a sus órdenes. El está en poder de la verdad y su verdad debe ser cumplida y no permite nadie la cambie. Así en la obra se destacan frases en su conversación con su hijo Hemón que al enterarse de que su prometida Antígona va a ser ejecutada por haber dado sepultura a su hermano Polinices, va a pedirle explicaciones a su padre.

Creonte cree que debe hacer matar a Antígona para mantener el principio de autoridad no sólo ante el pueblo, sino también dentro de su propia familia; así dice "si el desorden permito en mi propia familia, ¿qué no harán los extraños? ….al que gobierna se debe obedecer aun en lo más pequeño, sea ello justo o no sea. …..no hay calamidad alguna mayor que la anarquía; las ciudades deshace, los hogares destruye, consigue que vencidos huyan los batallones aliados; y, en cambio, la disciplina es causa de que se salven muchos soldados victoriosos" (pag. 397). Con estas palabras Creonte expresa su favor por la autoridad absoluta, la tiranía, ya que no permite que voces le aconsejen en la toma de órdenes aunque sepa que las mismas sean injustas. No admite consejos de sus conciudadanos "¿me habrá, pues, de dictar la ciudad cuando mande? (pag. 399), a lo que Hemón le contesta "no es ciudad la que sea propiedad de un solo hombre" (pag. 399), pero él insiste en el poder absoluto del rey "pero ¿no admiten todos que la ciudad es del jefe?" (pag. 399). La obra recalca la tiranía de Creonte como el dueño del reino con poder absoluto.

Por su parte Hemón plantea una forma distinta de ejercer el poder. Se presenta ante su padre ante el clamor del pueblo sobre la injusticia de la pena de muerte sobre Antígona. Las peticiones del pueblo no llegan al rey, no hay cauces para ello y Creonte que según él tiene la verdad absoluta sobre todas la cosas no se preocupa de enterarse que opina el pueblo de su órdenes. Así en el texto Hemón dice a su padre: "tu persona al vulgar ciudadano intimida si se trata de dichos que quizás no te agraden, mientras yo puedo oculto, por ejemplo, oír como la ciudad se lamenta por esa niña al ver que, aún siendo la mujer que menos lo merece, va a perecer por causa de la más noble acción" (pag. 398). Asimismo Hemón intenta razonar sobre las órdenes que no admiten sugerencias aunque sean injustas "el hombre, aunque sea sabio, no ha de sentir vergüenza de aprender muchas cosas y no ser inflexible" (pag. 398). Más adelante ante la insistencia de Creonte de que admitir sugerencias supondría perder su autoridad, Hemón insiste que se va a convertir en el tirano de un país despoblado.

En resumen estamos ante un caso claro caso de Dictadura y Democracia, en la primera existe el poder absoluto de gobernar sin tener en cuenta al pueblo, sin escucharle ni tener en cuenta sus inquietudes, sus opiniones. Por otro lado, Hemón representa la democracia, escuchar al pueblo, sus opiniones y gobernar teniendo en cuenta sus sugerencias. Por eso no se pierde autoridad sino que se fortalece la misma.

Como buen tirano, Creonte no admite consejos del pueblo, pero sí de un adivino el anciano Tiresias, que le avisa de malos presagios por la ira de los diosas por lo que está haciendo. Así también el coro le avisa que la muerte de Antígona puede ser mala para el reino porque puede suponer también la muerte de Hemón. Como buen tirano y supersticioso que es, sólo hace caso de lo que le dice su adivino, en lugar de atender a los razonamientos de su hijo. Esto va a dar lugar a la tragedia que se adivina.

c) El papel que desempeña el destino

Es un elemento secundario. El destino queda reflejado en la actitud de las dos hermanas Antígona e Ismene.

Ismene en su condición de mujer cree que no puede pelear contra los hombres ni sus leyes "piensa que hemos nacido mujeres, incapaces de pelear con hombres, y que en poder estamos de quienes darnos pueden esos mandatos y otros todavía más duros" (pag. 377). En sus palabras se ve que existe un cierto conformismo por su parte, que no puede hacer nada contra las leyes de los hombres y que tampoco piensa rebelarse ante ellas. El destino ha querido que las cosas fueran así, y no piensa plantear batalla ante las órdenes de Creonte.

Por parte de Antígona, el destino le ha puesto ante la prueba de defender sus creencias, sus principios, y ante ello no va a dudar de desobedecer las órdenes de Creonte, aunque le cueste la vida.

d) Las críticas sobre Antígona y sus autores. Relación con el mundo actual.

Antígona ha quedado desde Sófocles como la heroína capaz de asumir los valores éticos más elevados y pagar con ello con su vida, como el símbolo de la resistencia contra cualquier forma de tiranía.

Sin embargo, cuando el mito literario sobre Antígona empieza a cobrar cuerpo en la letras europeas y antes de encarnar la oposición a la tiranía, Antígona había simbolizado fundamentalmente la adhesión a los valores familiares. Así aparece en las traducciones romances de la tragedia de Sófocles, tanto en la italiana Luigi Alamani (1533) como en la francesa Baïf (1573), y también en la creación oriental de Robert Garnier (1580), donde puede detectarse ya una cristianización del mito. Lo mismo se observa en la interpretación que ofrece Rotrou en su Antígona (1637) y sobre todo en el relato épico de Ballanche (1814), que la convierte en una heroína moderna, una santa comparable por su abnegación y espíritu de sacrificio de Juana de Arco.

En el siglo XIX Antígona inspirará la reflexión de los románticos alemanes, especialmente a partir de la traducción que de la pieza de Sófocles realiza Hölderlin que, en sus Observaciones sobre Antígona (1804), ve en ella una figura blasfema y violenta. Según el filósofo Hegel, el mito de Antígona pone de manifiesto la contradicción misma que condenaba a muerte a la sociedad griega, víctima de la tensión entre los valores morales de la ciudad, encarnados en la figura masculina, Creonte, y los valores morales "naturales" que profesa Antígona como mujer (Estética, 1835).

La interpretación abiertamente política del mito se gesta durante el siglo XIX. El conflicto entre las leyes escritas y las leyes no escritas se convierte en el que enfrenta al individuo con el poder absoluto. Esta interpretación aparecía esbozada en la Antígona de Alfieri (1783), donde se denunciaba enérgicamente la razón del Estado y el poder monárquico. Por extensión, Antígona se convierte en el símbolo de la rebeldía y de la libertad inconformista, como en la pieza de Jean Cocteau representada en 1922 con una puesta en escena vanguardista.

En el siglo XX muchos autores han buscado interpretaciones a los personajes que aparecen en la obra. Respecto a Creonte, Walter Hasenclever (1917) lo identificaba con Guillermo II rodeado de su camarilla belicosa; Salvador Espriu (1939), con alusiones a Franco y un intento de mediación de Antígona entre sus hermanos que recuerda le gestión de Besteiro y Casado; Jean Anouilh (1944), cuya famosa Antigone, estrenada en el París de la ocupación, inortalizó sus prototipos de la muchacha resistente avocada a la muerte que no quiere comprender cuanto la rodea y el escéptico y fatigado Creonte, un eficaz burócrata colaboracionista que quiere para Tebas una vida sin sobresaltos y que se resigna a llevar a cabo su sucia tarea, porque alguien tiene que hacerla y porque es demasiado cómoda la postura de los que dicen no a todo; José Mª Pemán (1945) que, no pudiendo abstraerse de las recentísimas catástrofes de Mussolini y Hitler, simultanea la condena del estalinismo con tímidos reproches al franquismo; Beltor Brecht (1948), que muestra a Polinices como un disidente ahorcado por las SS del vesánico y destructor rey; y, en América, visiones tan interesantes como las Leopoldo Marechal, Gabriel García Márquez y María Zambrano.

Así Zambrano y otros, son propensos a reconocer en Antígona una juvenil y santa patrona de toda suerte de buenas causas.

Hegel estableció la tesis de la colisión entre dos esferas jurídicas, la ley del Estado y la de la familia, ninguna de las cuales puede arrogarse toda la razón.

Pero en gran parte de los estudios científicos y modernos sobre la tragedia asoma la polémica contra Hegel. Porque está claro que Sófocles no piensa como Creonte. Aunque, como apuntó Bowra, a veces se complazca pícaramente en desorientarnos dejándonos entrever las figuras de un tirano razonable y una heroína arrogante en exceso: Creonte puede parecer que tiene razón, pero se equivoca; Antígona la tiene, pero a menudo parece que no. Más aun, para Pohlenz le tema real de la obra, como en tantos dramas, es el del castigo de un culpable, Creonte.

En los años del totalitarismo en Europa, la figura de Creonte, como era de esperar atrajo alguna mayor atención. En 1942, Tovar establece una clara contraposición entre las tendencias tradicionales, religiosas, irracionales, reaccionarias de Antígona y las razonables revolucionarias, irreligiosas, moralistas y modernas de Creonte, personaje que viene así a quedar bastante cercano al de Anouilh. Pulquérito califica a Creonte de hombre bien intencionado cuya naturaleza lleva en sí gérmenes activos de corrupción.

Para Müller y Gil, por el contrario, la crítica se ha descarriado al centrar la cuestión tan totalmente en torno a Creonte. Sólo Antígona puede ser la heroína de la obra, afirma tajantemente el primero; en la hija de Edipo, frente a la cual Creonte es un personaje de segunda fila, resentido está el anticipo mítico de un ideal de ciudadanía que habría de encontrar años más tarde su más cabal encarnación en Sócrates, afirma el segundo. Y Pemán llega más lejos: se trata aquí de la tragedia máxima de la libertad, la familia y el derecho natural frente al despotismo. La proclamación de la civilización europea. Cada vez que esa niña valiente, mártir y gloriosa muere en escena, Sófocles vuelve a ganar la batalla de Salamina.

Pero entonces ¿por qué esa atormentadora sensación de culpabilidad que mueve a Antígona a hablar de su "impiedad y de que ha obrado en contra de sus conciudadanos" (pag. 405)?. Aquí la argumentación de los críticos es importante. Tal vez sea Segal quien ha visto que la obra tiene un doble foco, un doble centro de gravedad representado por dos figuras ligadas entre sí. Es algo más complejo que la síntesis hegeliana, pero también mucho más simple: sencillamente, la naturaleza humana tomada en sí, con las posibilidades y limitaciones de su acción, en torno a la cual giran todo tipo de antinomias no siempre solubles, ley divina y ley de los hombres, individuo y Estado, moral privada y moral pública.


Con el problema al fondo, tan antiguo y tan actual, de la incomunicabilidad de los afectos y criterios humanos. Lo que ocurre es, sin más, que estos héroes y heroínas no se entienden. No hablemos de Hemón, sobre cuya cabeza pasa la tempestad como algo divino que no llega sino a presentir. Son Antígona y Creonte quienes tropiezan cada cual con una muralla de incomprensión. El primero es incapaz de comprender a su sobrina, pero Antígona tampoco sabe profundizar en las razones del tirano.

Conclusiones

Pienso que estamos ante dos posturas diferentes, por una parte Creonte con su autoridad de rey que no permite modificar las ordenes que da, y por otra parte la de Antígona que no cede ante sus principios aunque la cueste la vida.

También creo que había que haber buscado un punto intermedio de encuentro entre las dos posturas.

Quizá el autor quiso dejar un mensaje en esta tragedia, lo malo que son las diferencias de opiniones, tanto para los que lo practican como los que lo sufren cuando no se busca el diálogo entre las diferentes posturas.

Otro final

El final que yo daría diferente a la obra de Antígona sería el siguiente:

Un día mientras que Antígona estaba en la prisión esperando con miedo para ser ahorcada, vio como una persona con la cara cubierta se acercaba a su celda. Esa persona se quitó la mascara que llevaba y Antígona vio que era Hemón. Él le contó que un amigo suyo que era carcelero le había infiltrado en la prisión. Los dos salieron por un pasadizo que les enseñó el amigo de Hemón. Cuando salieron se montaron en un caballo blanco como la nieve. Los dos se dirigieron a una casa que Hemón tenía en las afueras de la ciudad. Allí estuvieron varios meses hasta que un día Ismere se presentó en la casa. Hemón y Antígona asombrados le preguntaron que como los había encontrado. Ella les contó que el amigo de Hemón se lo dijo y también que Creonte estaba muy enfadado por su huída, tanto que mandó a unos guardias para que los buscaran. Hemón y Antígona decidieron que estaban hartos de esconderse y decidieron plantar cara a Creonte.

Cuando se presentaron en el palacio, Creonte ordenó a sus alguaciles que los arrestaran. Al día siguiente Creonte bajó a las celdas cerradas con doble llave donde estaban Hemón y Antígona. Creonte les propuso un trato en el que los dos se tendrían que disculpar ante el pueblo de Tebas. Antígona como era muy orgullosa dijo que antes preferiría la muerte que disculparse ante el pueblo para que Creonte quedara mejor. Creonte al oír eso se quedó muy ofendido y ordenó que matasen a Antígona. Después de la ejecución de Antígona Hemón fue soltado. Hemón decidió marcharse porque el pueblo estaba en contra de él por haber ayudado a Antígona.


La familia de Antígona

Edipo, hijo del rey de Tebas, después de matar a la Esfinge fue aclamado como libertador en toda Tebas, y los tebanos, llenos de gratitud, le ofrecieron el trono de Layo y la mano de su viuda, Yocasta, que no era otra que su propia madre.

Algún tiempo después, una terrible epidemia de peste asoló la ciudad y Edipo que había intentado averiguar qué criminal había podido suscitar la cólera de los dioses, descubrió horrorizado que ese criminal no era otro que él mismo, culpable de parricidio e incesto. No pudiendo soportar mirar la verdad cara a cara, Edipo se arrancó los ojos mientras Yocasta se quitaba la vida. Sus hijos Eteocles y Polinices lo expulsaron de la ciudad y Edipo volvió a tomar el camino al exilio, acompañedo esta vez por su hija Antígona. Sus pasos les llevaron hasta la aldea de Colona, cerca de Atenas, donde el rastro de Edipo desapareció.

A la muerte de Edipo, Antígona volvió a Tebas y su historia forma parte de la tragedia que Sófocles escribió. El árbol genealógico de la familia es el siguiente:













Bibliografía


TRAGEDIAS. SÓFOCLES ED. PLANETA

DICCIONARIO DE LA MITOLOGÍA CLÁSICA. ED. ESPASA

ENCICLOPEDIA SALVAT

ENCARTA MICROSOFT



14

Meneceo

Hemón

Antígona

Polinicles

Eteocles

Ismere

Yocasta

Eurípides

Creonte

Edipo

Yocasta

Meneceo

RESUMEN DEL FACUNDO- D. F. SARMIENTO.

El Facundo de Sarmiento
RESUMEN EL FACUNDO-SARMIENTO



Facundo es un libro escrito en 1845 por el político y educador argentino Domingo Faustino Sarmiento, durante su segundo exilio en Chile.


Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas por Domingo Faustino Sarmiento.

Introducción:

En el epígrafe a la Introducción, Sarmiento le pide al historiador que intervenga sobre la realidad, que no sea impasible. La objetividad no existe, todos estamos atravesados por una serie de cuestiones y hay que tomar partido. La historia debe adoptar una forma retórica y cargarse de significación, de implicaciones ideológicas.
Hace una invocación a los muertos, para que revelen secretos a los vivos. Tanto el acto de invocación como el vocabulario empleado remiten a la lírica (Homero-Virgilio). Hace uso de los recursos de la lírica poética.
Luego, acude a las leyendas y tradiciones populares. Muestra un doble juego en el enfrentamiento Rosas-FQ, sistema-instinto.
Argentina: noble pueblo que esconde una vida secreta; de organización política enigmática; convulsiones internas y lides sangrientas, devastaciones, combates. La resolución del enigma irá de la mano de la inteligencia y la toma de conciencia cívica e histórica de los ciudadanos, no de la mano de la violencia, de la “espada”. Centro en el que remolinean elementos muy contrarios, centro que atrae la atención y el interés de naciones europeas (en relación con ellas). República en una obstinada lucha de elementos contrarios, invencibles, que se chocan, que la despedaza. Lucha ingenua debida a la influencia de las ideas opuestas que han trastornado el mundo político: la civilización europea y la barbarie indígena, los últimos progresos del espíritu humano y los rudimentos de la vida salvaje, las ciudades pulposas y los bosques sombríos. Todo esto observado en los fenómenos sociales. Es la fisonomía de la naturaleza grandiosamente salvaje la que prevalece en la inmensa extensión de la República.
Facundo: figura que no ha muerto. Vivo en tradiciones populares, en la política y revoluciones argentinas. Muerte trágica. Instinto, iniciación, tendencia. De naturaleza campestre, colonial, bárbara. Provinciano, audaz. Expresión fiel de la manera de ser de un pueblo, caudillo que encabeza un gran movimiento social, espejo en el que se reflejan las creencias, necesidades, preocupaciones y hábitos de una nación en una época dada de su historia. Es la figura más Americana que la revolución representa, su figura hizo de la guerra local una guerra nacional. Muere asesinado por una bala oficial, envuelto en una calumnia.
Rosas: heredero de Facundo (por las características que se le traspasarán), molde más acabado y perfecto. Sistema, efecto, fin. Arte, política regular. Hijo de la culta Buenos Aires, sin serlo él Se presenta al mundo como hombre-genio capaz de dominar los acontecimientos, los hombres y las cosas. Falso, corazón helado, espíritu calculador, hace el mal sin pasión, organiza lentamente el despotismo con toda la inteligencia de un Maquiavelo. Tirano sin rival hoy sobre la tierra. “Grande” para gloria y vergüenza de su patria. Monstruo que propone el enigma de la organización política de la República. Es la Esfinge Argentina, cobarde y sanguinario. Rencor contra el elemento extranjero. Carácter fríamente feroz, voluntad incontrastable, originalidad salvaje. Contra las relaciones de la República y los países europeos (de ahí que se lo considere ‘nacionalista’). Inmoral.
Temas tocados: retraso español respecto de los demás países europeos y la marcada influencia sobre Argentina. // Paraguay y el jesuitismo (preguntar, p.10) // Cómo han pintado la figura de Bolívar. // La prensa como arma de lucha contra el régimen y como el arma clave que lo derrocará, por ser difusora de ideas // La necesidad de luchar desde la inteligencia, resolver enigmas, no usar la fuerza. // La importancia de la lucha y la perseverancia: no resignarse ni por temor ni por determinismo // El determinismo geográfico y el determinismo de lo visto según la procedencia de quien lo mire, de la visión (Bolívar con frac en vez de con poncho, por los europeos) // Rosas y Facundo como encarnaciones del modo de ser de un pueblo, figuras en las que se condensan las características de la República, llegan todas a su máxima expresión en estas personalidades // Sarmiento nos dice que la historia a narrar procede del conocimiento de los hechos históricos, narrados al autor o vivenciados por él; con esto le confiere legitimidad y carácter de verdad a lo que va a contar. // Recursos estilísticos que marcan anticipos en lo que se va a narrar (Muerte de FQ, causas, modos; derrocamiento de Rosas) // La inmigración como algo positivo para el país: lo iluminará.



Capítulo I:
Aspecto físico de la República Argentina, y caracteres, hábitos e ideas que engendra.

El mal que aqueja a la República Argentina es su extensión: el desierto inmenso la rodea por todas partes. Al Sur y al norte la acechan los salvajes –los indios-, preparados para atacar en cualquier momento. Esta inseguridad de la vida imprime en el carácter argentino cierta resignación estoica para la muerte violenta, explicando la indiferencia con que se da y se recibe la muerte.
La parte habitada del país puede dividirse en tres fisonomías: el espeso bosque (al norte), la selva y la pampa. La pampa es la imagen del mar en la tierra, que aguarda que se la mande a producir.
Existen en la república numerosos ríos navegables, pero el hijo de los españoles detesta la navegación. Así, el regalo más grande para un pueblo es un elemento muerto, inexplotado. El único río fecundo es el de la Plata.
Buenos Aires está llamada a ser un día la ciudad más gigantesca de las Américas. Ella sola está en contacto con Europa y explota las ventajas del comercio extranjero. Esta posición monopolizadora de Buenos aires hace que aunque Rosas hubiese querido en verdad seguir el federalismo, le hubiese sido imposible, y habría terminado teniendo el sistema que hoy sostiene: el unitario. (“Nosotros, empero, queríamos la unidad en la civilización y en la libertad, y se nos ha dado la unidad en la barbarie y en la esclavitud”). Mientras Norteamérica está llamada a ser una federación por su ancha exposición al Atlántico, la República Argentina está llamada a ser unitaria.
La ciudad es el centro de la civilización argentina española, europea, pero el desierto la cerca. El hombre de ciudad vive la vida civilizada. En la ciudad están las leyes, las ideas, el progreso, la educación, el gobierno regular. El campo y la ciudad representan dos sociedades distintas, dos pueblos extraños el uno del otro. El hombre de la campaña detesta al de la ciudad y odia al hombre culto.
Argentina comparte varios rasgos con las llanuras asiáticas del Tigris y el Éufrates, y la vida de sus hombres son a menudo similares (árabes y gauchos).
El campo:
En la campaña argentina predomina la fuerza brutal, la autoridad sin límites y sin responsabilidades del que manda. Esto se ve en las ejecuciones del capataz, que no admiten reclamo considerándose legítima la autoridad que ha asesinado.
El pueblo del campo se compone de dos razas: españoles e indígenas, (excepto en Buenos Aires, la raza negra, inclinada hacia la civilización y dotada de talento, está extinta). Estas razas se caracterizan por su amor a la ociosidad e incapacidad industrial. Las razas americanas –los indios- se muestran incapaces para el trabajo duro, y la raza española muestra la misma tendencia.
En la campaña la sociedad desaparece completamente; queda sólo la familia feudal, aislada. Así, toda forma de gobierno se hace imposible, no existen municipalidad, alcance judicial ni ejecución de la violencia estatal monopolizada. La población está desparramada. No hay res pública. La civilización es del todo irrealizable y la barbarie es normal. El progreso está sofocado, porque no puede haber progreso sin la posesión permanente del suelo, sin la ciudad que es la que desenvuelve la capacidad industrial del hombre y le permite extender sus adquisiciones.
En el campo, la religión está desvirtuada. Ocurre con la religión lo que con el idioma español, está corrompida. Se trata de una religión natural. Los gauchos son españoles sólo por el idioma y las confusas nociones religiosas que poseen.
Las ocupaciones domésticas, las industrias caseras, las ejerce la mujer, sobre ella pesa casi todo el trabajo.
Educación del hombre de campo: los niños ejercitan sus fuerzas y se adiestran por placer en el manejo del lazo y las boleadoras y son jinetes. Con la pubertad y la adolescencia vienen la completa independencia y la desocupación. Desde la infancia están habituados a matar reses, lo que los familiariza con el derramamiento de sangre. El caballo es parte integrante del argentino de los campos.
De esta manera, los niños van, paulatinamente, adquiriendo las características de sus mayores: el hábito de triunfar en las resistencias, de desafiar y vencer a la naturaleza. Esto promueve el sentimiento de importancia individual y de superioridad en el hombre de campo.
Todos los argentinos tienen conciencia de su valer como nación, tienen cierta vanidad.
En conclusión, la vida del campo ha desenvuelto en el gaucho las facultades físicas, sin estimular el intelecto. Su carácter moral se apoya en el hábito de triunfar ante los obstáculos y la naturaleza. Es fuerte, altivo, enérgico, no tiene ninguna instrucción. Es feliz en su pobreza, porque es lo único que conoce. El gaucho no trabaja, el alimento y el vestido lo encuentra preparado en su casa, lo uno y lo otro se lo proporcionan sus ganados.

Capítulo II:
Originalidad y caracteres argentinos. El rastreador. El baquiano. El gaucho malo. El cantor.

La vida pastoril tiene, también, su costado poético. Por ejemplo, Echeverría en la inmensidad, en el salvaje, en la naturaleza solemne halló las inspiraciones para parte de sus obras, que fueron luego, acogidas con aprobación en Europa.
El pueblo argentino es poeta y músico por naturaleza. En su medio están la tormenta, la muerte omnipresente, la pampa infinita. El gaucho tiene, en este sentido, su poesía popular, candorosa y desaliñada. Anécdota: cuando Echeverría residió en la campaña los gauchos lo rodeaban con respeto. A pesar de que era para ellos un “cajetilla”, lo respetaban porque era poeta.
El pueblo campesino tiene sus cantares propios, entre ellos: el triste (en el Norte) y la vidalita (se cantan los asuntos del día y canciones guerreras). La guitarra es el instrumento por excelencia.

Especialidades notables de la campaña:
El rastreador: sabe seguir las huellas de los animales y de los hombres. Es un personaje grave, la conciencia del saber que posee –una ciencia casera y popular- le da cierta dignidad reservada y misteriosa. Puede, según se cuenta, seguir huellas producidas hace mucho tiempo.
El baquiano: conoce palmo a palmo miles de leguas cuadradas de llanuras, bosques y montañas. Se orienta basándose en los signos de la naturaleza. Es un topógrafo. El mapa que los generales llevan; la suerte del ejército depende de él. Anuncia también la proximidad del enemigo. Conoce las distancias y los accidentes geográficos más pequeños. Dicen que el general Rosas reconoce por el gusto del pasto cada estancia del sur de Buenos Aires.
El gaucho malo: es un outlaw, un misántropo. La justicia lo persigue; en los asentamientos su nombre es pronunciado con respeto. Vive en el campo, aislado de la sociedad; se alimenta de lo que caza. Es un hombre divorciado de la sociedad, proscrito por las leyes, un salvaje de color blanco. Los poetas de los alrededores cantan a sus hazañas. Sin embargo, el gaucho malo no es un bandido, ni un criminal. Su profesión, su ciencia es robar caballos. Tiene cierto honor, y crédito, su palabra.
El cantor: es el mismo bardo, trovador, de la Edad Media. Se mueve entre las luchas de las ciudades y el feudalismo de los campos. El cantor anda de pago en pago, cantando a los héroes de la pampa fugitivos de la justicia, mientras mezcla el relato de sus propias hazañas (a menudo él también es perseguido por la ley). Su poesía es monótona, irregular, más narrativa que sentimental y está llena de imágenes de la vida campestre. El cantor hace el mismo trabajo de crónica, costumbres, historia, biografía que el bardo de la Edad Media.
En la República Argentina se ven al mismo tiempo dos civilizaciones distintas en un mismo suelo, sin conciencia la una de la otra: una naciente que imita los esfuerzos ingenuos y populares de la Edad Media; y la otra que intenta realizar los últimos resultados de la civilización europea. En Argentina, el siglo XII y el XIX viven juntos: el primero en las campañas, el segundo en las ciudades.

Conclusión: leyendo este libro el lector se encontrará con los caracteres tipificados más arriba, y verá el reflejo de la situación del país en la campaña, sus costumbres y su organización. El gaucho malo: Facundo. El cantor: La Madrid. El baquiano: Artigas. Capataz de carretas: “el Boyero” (guerrero al servicio de los caudillos).

Capítulo III:
Asociación. La pulpería.
(Retoma el capítulo I)
En el campo hay necesidad de crear una sociedad ficticia para remediar la normal desasociación.
En la pulpería se dan y reciben las noticias, allí concurren los parroquianos de los alrededores; se arman carreras de caballos; está el cantor. Se encuentran el juego y el licor. Allí se fraterniza.
Esta asociación accidental de todos los días, al repetirse, formaría una sociedad, una asamblea sin objeto público, sin interés social, sonde empiezan a echarse las raíces de las reputaciones.
El gaucho estima por sobre todo las fuerzas físicas, la destreza del manejo del caballo, y el valor. Se dedica, por ejemplo, a los juegos de equitación.
El gaucho anda armado del cuchillo, herencia de los españoles. Éste es un instrumento que le sirve para todas las ocupaciones; no puede vivir sin él. Juega a las puñaladas, desenvaina el cuchillo y marca a su contrincante, lo hiere en la cara, sin matarlo. La riña se traba por reputación. No tiene intención, en principio, de matar. Matar es una “desgracia”. Juan Manuel Rosas había hecho de su residencia una especie de asilo para los homicidas (Paternalismo político).
En esta sociedad, entonces, la cultura del espíritu es imposible, no exista bien público. El gaucho se convierte en malhechor o en caudillo, según el rumbo que las cosas tomen.
Autoridades de la campaña: Para reprimir a los desalmados se necesitan jueces más desalmados aún. Estas autoridades (recordar a los capataces) forman ideas en el pueblo sobre el poder de la autoridad, que más tarde acarrea sus efectos. El juez se hace obedecer por su reputación de audacia temible, su justificación es “así lo mando yo”. El comandante de campaña tiene más poder que el juez y sus características son, aun, más terribles. Para gobernar se hace uso de los hombres que más temor inspiran, y esta es la manera de proceder de los gobiernos débiles. Cuando rosas se apodero de la ciudad, exterminó a todos los comandantes que lo habían ayudado a ascender, a fin de que no le disputaran el lugar de poder que empezaba a ocupar.
Estos pormenores dados hasta aquí acerca de la vida en los campos argentinos, con su orden, su sistema de asociación característico, tienen el fin de explicar los fenómenos sociales argentinos y la revolución que estalló en 1810.

Capítulo IV:
Revolución de 1810.

En todas las naciones de América el carácter, objeto y fin de las revoluciones por la independencia fueron los mismos, y nacieron del mismo seno: el movimiento de las ideas europeas.
Antes de la revolución, en nuestro territorio, había libros, ideas, leyes, educación, había una base de organización; atrasada, feudal, monárquica, sí, pero existía. En la campaña pastoral, la libertad, la responsabilidad del poder, las evoluciones que implicaba el movimiento revolucionario eran ajenas a su forma de vivir. La revolución era útil al campo, en tanto implicaba un nuevo centro de reunión, mayor. Así, las campañas pastoras se adhirieron a la agitación e impulso revolucionario.
Cuando un pueblo entra en revolución, dos intereses opuestos luchan en principio: conservadores y revolucionarios, es decir, realistas y patriotas. Cuando un partido vence, éste se subdivide en revolucionarios moderados y exaltados. Entonces, el partido vencido se reorganiza y triunfa mediante la subdivisión de sus rivales. Cuando en una revolución, una de las fuerzas aliadas con la causa revolucionaria, se desprende inmediatamente, formando una tercera entidad, indiferente a unos y a otros; esta fuerza que se separa es heterogénea. Así fue el movimiento encabezado por Artigas.
La fuerza que sostenía a Artigas en Entre Ríos es la que sostiene a los caudillos actuales en sus provincias y la que mantenía a Facundo en los Llanos. El individualismo constituye su esencia, el caballo su arma y la pampa su teatro.
La montonera aparece con Artigas, y tiene su paralelo con las hordas africanas; presenta un carácter de ferocidad brutal y un espíritu terrorista. Esto es lo que Rosas ha convertido en un sistema de legislación aplicado a una sociedad culta. Rosas no ha inventado nada; su talento consiste en plagiar a sus antecesores y hacer de los instintos brutales de las masas ignorantes, un sistema meditado y coordinado fríamente. El ejecutar con el cuchillo es un instinto carnicero que Rosas aprovecha para dar a la muerte formas gauchas, y para cambiar las formas legales de las sociedades cultas por otras, que él llama americanas.
La montonera es un género singular de guerra, que tiene su antecedente en los pueblos asiáticos, y sólo puede explicarse en nuestro territorio examinando la organización de la sociedad de donde procede. Artigas era un baquiano, un caudillo de masas a caballo, enemigo de la sociedad civil y la ciudad, que continúa reproduciéndose en la figura de los caudillos argentinos.
La guerra de la revolución argentina ha sido doble:
1º: guerra de las ciudades, iniciada en la cultura europea, contra los españoles, a fin de dar mayor ensanche a esa cultura (patriotas independentistas influenciados por las ideas europeas versus realistas españoles).
2º: guerra de los caudillos contra las ciudades, a fin de librarse de la sujeción civil y luchar contra la civilización. (La guerra de los salvajes de la campaña encabezados por los caudillos y encarnados en Rosas versus la cultura europea existente en las ciudades)
En primer lugar, las ciudades triunfan contra los españoles (contra la monarquía), pero en segundo lugar, la campaña vence a las ciudades. He aquí explicado el enigma de la revolución argentina.
Con el triunfo de estos caudillos de la campaña, toda forma civil desapareció por completo en el campo y va rumbo a desaparecer en las ciudades. “… se forma al fin el gobierno central, unitario, despótico del estanciero don Juan Manuel de Rosas, que clava en la culta Buenos Aires el cuchillo del gaucho y destruye la obra de siglos, la civilización, las leyes y la libertad”. (Fragmento del final del capítulo III que ilustra esta idea).
Sin embargo, Buenos Aires es tan poderosa en elementos de civilización europea que terminará por educar a Rosas, y contener sus instintos sanguinarios y bárbaros. De hecho, algunas de sus salvajes características ya se han ido moderando con el correr del tiempo.
Cuatro son las ciudades que ya han sido aniquiladas por los dominios de los caudillos y Rosas: Santa fe, Santiago del Estero, San Luis y La Rioja. Todas ellas contaban en 1810 con una gran prosperidad económica, intelectual y cultural. Produjeron hombres eminentes, las luces estaban difundidas. Sin embargo, el proceso de barbarización ha actuado en ellas para llevarlas a la ruina religiosa, educativa, intelectual, económica y cultural. Sarmiento comprueba este hecho a través de una “entrevista” que sostiene con un canónigo de La Rioja. San Juan (la provincia de Sarmiento) se encuentra rumbo a la destrucción: el nivel educativo allí es paupérrimo, oponiéndose al alto nivel de que gozaba antes de este proceso.
Conclusión: la ignorancia y la pobreza esperan que las ciudades del interior den la última boqueada para devorar su presa, para hacerlas campo, estancia. Buenos Aires puede salvarse porque la civilización europea es tan fuerte allí que las brutalidades del gobierno no pueden contra ella. “¿Por qué combatimos? Combatimos por volver a las ciudades su vida propia”.

Segunda parte.

Capítulo I.
Infancia y juventud de Juan Facundo Quiroga.

Anécdota:
Entra las ciudades de San Luis y San Juan existe un desierto llamado “travesía”. Facundo, forzado en San Luis a escapar de la justicia por asuntos de cuchillo, se vio en la necesidad de atravesarlo, solo. En ese momento, un tigre cebado (antropófago) andaba merodeando por la travesía. Mientras la atravesaba, Facundo escuchó el rugido del tigre. Se trepó, entonces, a un pequeño algarrobo. El tigre rastreó al gaucho hasta allí y comenzó a intentar cazarlo. Se quedó durante dos horas con la vista fija en su presa, con los ojos enrojecidos por la sed de sangre. El gaucho lo miraba tambaleándose desde la copa, fascinado por la mirada del animal. Sus amigos, rastreándolo sin esperanzas consiguieron llegar a tiempo y apresaron al tigre, al que luego le dio muerte Facundo. “Entonces supe lo que era tener miedo”decía facundo sobre esta anécdota.
A él lo llamaron “El Tigre de los Llanos”. La Frenología ha demostrado la relación que existe entre la fisonomía de los hombres y algunos animales a quienes se asemejan en carácter.
Descripción de Facundo: Era de estatura baja y fornido. De espalda ancha y cuello corto. Su cabeza estaba bien formada, cubierta de un pelo espesísimo, negro y ensortijado. Su cara estaba hundida en un bosque de pelo, tenía una barba crespa y negra que subía hasta los pómulos bastante pronunciados para descubrir una voluntad firme y tenaz.
Sus ojos causaban terror; eran negros, llenos de fuego y estaban sombreados por pobladas cejas. Facundo no miraba nunca de frente tenía la cabeza siempre inclinada y miraba por entre las cejas, con el fin de hacerse temible. Su tez era pálida, morena.
La estructura de su cabeza revelaba, bajo esta cubierta selvática, la organización de los hombres nacidos para mandar. Sin embargo, como había nacido en una sociedad determinada estos caracteres hubieron de manifestarse de forma sanguinaria, terrible y malvada.

Facundo era hijo de un sanjuanino de condición humilde, pero que había logrado algo de dinero con el pastoreo. Fue a la escuela donde aprendió a leer y a escribir. En la escuela era altivo, huraño y solitario, sólo se mezclaba con sus compañeros para encabezar actos de rebelión y para golpearlos.
En las fábulas de la niñez se encuentra el germen de los rasgos característicos del personaje histórico. La memoria de los pueblos está llena de anécdotas sobre Quiroga.
-Le dio una bofetada a su maestro porque éste lo golpeó con una vara, y corrió a esconderse en una viña en donde estuvo tres días. Este será el caudillo que desafíe más tarde a toda la sociedad.
-En la pubertad asesina a su primera víctima: Jorge Peña. La primera gota del torrente de sangre que marcó su paso.
- Trabajaba de peón en Mendoza para una mujer. Ejercía influencia sobre los otros peones e intercedía por ellos frente a la patrona. Por ello los peones lo llamaban “El Padre” (Paternalismo político). Al fin de un año pidió su sueldo –sesenta pesos-, inmediatamente fue a una pulpería y los jugó todos a una carta, los perdió. Al salir de allí, un juez le pidió su libreta de conchavo y lo dejó tendido de una puñalada . Pasó la vida adulta oculto, perseguido, jugando, trabajando como peón y distribuyendo puñaladas.
-Viaja a Buenos Aires y en 1810 se enrola como recluta en las milicias de Ocampo. Luego en el regimiento de granaderos a caballo. Sin embargo, la vida militar implicaba disciplina, orden, y él se sentía llamado a mandar, rebelde, quería crearse solo a despecho de la sociedad civilizada, una carrera asociando el valor y el crimen, el gobierno y la desorganización. Deserta y vuelve a las provincias, en el camino da muerte a una partida.
- Facundo vuelve a la casa paterna. Como su padre no quiere prestarle dinero, le prende fuego al techo. El padre denuncia este acto y él le da una bofetada. Sin embargo, un año después hacen las paces.
-Resuelve enrolarse en la montonera de Ramírez, vástago de Artigas.
-El gobernador de San Luis lo hace prender y lo manda a la cárcel. Allí, estaban los prisioneros españoles que habían sido derrotados en Chile. Estos se sublevan y abren las puertas a los presos comunes para que los ayuden en la fuga. Facundo escapa de allí asesinando a muchos hombres con un macho de grillos. Él dice haber matado a catorce personas.
-Tiempo después, Facundo logra sofocar el alzamiento y se reconcilia con la sociedad.
Facundo es el hombre de la naturaleza que no ha aprendido a contener sus pasiones, es el carácter del género humano en las campañas pastoras de la Argentina. Facundo es la barbarie primitiva. En sus actos se muestra el hombre bestia, actúa para producir el terror en su entorno. Ganó el prestigio entre la gente vulgar a costa de suplir patriotismo y abnegación con terror, valiéndose de su sagacidad y de la credulidad del vulgo. Algunos consideraban, incluso, que tenía poderes sobrenaturales. Lo que tenía era cierta superioridad y conocimiento de la naturaleza humana, y se valía de esos medios.
Los hombres cercanos a Facundo comentaban que tenía mucha aversión a los hombres decentes, que quería aterrar más que infundir miedo solamente, que hacía entender a los hombres de confianza que era adivino, que trataba a los hombres con quienes tenía relación como esclavos, que jamás se había confesado, rezado ni oído misa.

Capítulo II.
La Rioja. El comandante de campaña.

La Rioja es una ciudad solitaria, sin arrabales y marchita. Los Llanos son un área montañosa, quebrada, un oasis de vegetación pastosa. El aspecto de la provincia es desolado, el clima abrasador, la tierra seca. La Rioja puede compararse a Palestina en su geografía y en el aspecto patriarcal del campesinado. Por ejemplo: el peón debe proteger la vida de su patrón. Los campesinos viven primitivamente, conservando su pureza bárbara y hostil a las ciudades.
Como en la Edad Media, en la ciudad de La Rioja existe la lucha de dos familias poderosas, señoriales: los Ocampo y los Dávila.
Después del suceso de San Luis, Facundo prestigiado y recomendado por el gobierno se presenta en los Llanos. Los Ocampo, que estaban en el gobierno, le otorgan el título de comandante de campaña y de sargento mayor de las milicias. Facundo, que representa el elemento pastoril, bárbaro, la tercera entidad encabezada por Artigas, se presenta en La Rioja, llamado por uno de los partidos de la ciudad. Quiroga será el caballo de Troya dentro de la ciudad.
Mientras es comandante de campaña en Los Llanos, una sublevación en San Juan, hace que las provincias del Norte se preocupen por sofocarla. Facundo participa de esto y desoyendo las órdenes precisas que tenía, cae sobre el foco subversivo y los vence. De esta manera, Quiroga muestra que no espera órdenes de nadie y anuncia su decisión de tirar abajo el gobierno.
Quiroga toma La Rioja, derrocando la ciudad. La deja a cargo de Dávila. Sin embargo, éste intenta conjurarse contra él y apresarlo. Facundo derrota la tentativa y asesina a Araya, el capitán que debía apresarlo.
El gobierno, entonces, lo intima por el asesinato de Araya. Quiroga decide encender la guerra civil entre la ciudad y los Llanos, entre él y el gobierno. Manda un grupo a la Junta de Representantes para cumplir con su cometido: declarar depuesto a Dávila.
Las otras provincias deciden intervenir para impedir el enfrentamiento entre el gobierno y Facundo. Corvalán (el ordenanza de Rosas, que figura en Amalia) es el mediador. Habla primero con Facundo, quien dice aceptar la paz. Luego con Dávila quien abandona las armas. En ese momento, Quiroga ataca derrotando fácilmente al gobierno. Antes de darle muerte a Dávila, éste le abre una herida, que Facundo, como buen gaucho, siempre ocultará.
Después de la derrota y asesinato de Dávila, Facundo manda el pésame a la viuda y rinde homenaje al muerto, mostrando algo de nobleza.
Como Quiroga jamás se ha encargado del gobierno organizado, nombra como gobernador a un español vulgar. De esta forma, Facundo se apodera de su país, las tradiciones de gobierno desaparecen, las formas se degradan, puesto que el desahogo, la desocupación y la incuria son los bienes supremos del gaucho.
Enriquecimiento de Quiroga: La mitad del ganado de la provincia le pertenecía. Su negocio era abastecer de carne el mercado, de forma monopólica, ya que nadie se atrevía a competir con él.
En un negocio con mercaderes extranjeros, Facundo se presenta en la casa de un magnate de Buenos Aires con media de seda, calzón de jergón y un poncho de tela ruin. Quería humillar a los hombres cultos y mostrar su desprecio por los hombres extranjeros. Ninguno se atrevió a reírse en esta oportunidad.
La pasión de Facundo por el juego abrazó su vida pública. Se aprovechaba de su poder y temeridad para sacar provecho. Jugaba con fondos ilimitados.
Esta destrucción del orden civil que Facundo logró en La Rioja trajo como consecuencia la emigración de la población hacia San Juan, los Llanos se encuentran ahora desiertos.

Capítulo III:
Sociabilidad. Córdoba. Buenos Aires (1825).

Facundo posee La Rioja como dueño absoluto. Como no hay letras, no hay opiniones, y como no hay opiniones, La Rioja es una máquina de guerra.
Estado de las ciudades más importantes del país:
Córdoba: es una de las ciudades más bonitas del continente. Hasta 1829 el espíritu de Córdoba es monacal y eclesiástico. Si bien la vieja universidad cordobesa tiene un alto nivel, está casi exclusivamente circunscripta a la teología. El espíritu de córdoba era por este entonces el de la Edad Media. Córdoba ha sido el asilo de los españoles, por tanto las ideas revolucionarias de 1810 encontraban escaso asidero en esta provincia. en fin, es una ciudad española por educación literaria y religiosa, estacionaria y hostil a las innovaciones.
Buenos Aires: esta ciudad se cree una continuación de Europa, de su espíritu y tendencias. Buenos aires es una ciudad entera de revolucionarios. En apenas diez años se efectúa aquí la desespañolización y la europificación. Buenos Aires es todo novedad, todo revolución y movimiento. Rivadavia, instalado en el gobierno, se trae consigo la Europa. De esta manera la influencia europea sobre Buenos Aires motoriza el progreso y edifica las instituciones más importantes del Estado.
Rivadavia nunca derramó sangre, ni destruyó la propiedad. Rosas, en cambio, es un carnicero y ha consumido el tesoro nacional para sostener la guerra que él mismo ha encendido. A Rivadavia le queda la gloria de haber representado la civilización europea. Rosas y Rivadavia son los dos extremos de la República Argentina, que se liga a los salvajes por la pampa y a la Europa por el Río de la Plata.
Córdoba y Buenos Aires son las dos fases prominentes de los partidos que dividían a todas las ciudades. Representan dos partidos: conservador y progresista. Mientras Córdoba se alimenta de España, Buenos Aires lo hace de las ideas más progresistas de Europa (Rousseau, Montesquieu). Estos partidos concluyeron por llamarse federales y unitarios. Pero la república Argentina está geográficamente constituida de tal manera, que ha de ser unitaria siempre, aunque el rótulo de la botella diga lo contrario. El partido Federal de las ciudades era un eslabón que se ligaba al partido bárbaro de las campañas.
Aquella fuerza bárbara estaba diseminada por toda la República, dividida en provincias. Se necesitaba una mano poderosa para fundirla y presentarla como un todo único. Quiroga fue quien prestó la mano.
Características del unitario: el unitario tipo rinde culto a la constitución y a las garantías individuales. Su religión es el provenir de la República. Se desprende de una generación razonadora, deductiva, emprendedora. Tiene modales finos, ademanes cultos; viste a la europea.

Capítulo IV.
Ensayos. Acciones del Tala y del Rincón.

En 1825, el gobierno de Buenos Aires invitó a las provincias a reunirse en un congreso para dar forma a un gobierno general. Facundo recibió esta invitación con entusiasmo (algo positivo en Facundo).
El primer ensayo de facundo fuera de los términos de la provincia es la acción del Tala. En ella, sus hordas se baten con el ejército del general La Madrid. La Madrid era un hombre de valentía fabulosa, muchas historias sobre su enorme coraje lo rodeaban. Era una suerte de poeta y arengaba a sus tropas con canciones guerreras. Es el cantor de la primera parte (cap. II). La Madrid, ansioso por preparar las tropas para la guerra contra el Brasil derroca a las autoridades tucumanas. Facundo decide invadir Tucumán por orden del gobierno de Buenos Aires. El gaucho malo sale triunfador del combate y enarbola en el Tala una bandera: un paño negro con una calavera y huesos cruzados, símbolo de este espíritu de fuerza pastora, árabe, tártara, que va a destruir las ciudades y su progreso. La bandera tiene el color rojo, colorado; al igual que lo tendrá la divisa federal rosista. El color colorado en la bandera se opone al de Argentina y también al del progreso. El colorado es propio de las banderas de los países salvajes: asiáticos, africanos; es el color de los caciques, de los dictadores, del absolutismo, del verdugo, de Artigas. Esto se ve a lo largo de la historia en numerosos casos. Se trata de un color proscrito por las sociedades cristianas y cultas, cuyas banderas gritan justicia y paz, mientras que la roja grita violencia, sangre y barbarie. Es importante analizar este punto porque toda civilización se expresa en trajes, y cada traje indica un sistema de ideas entero.
La divisa roja de Rosas aparece en 1820 por orden del tirano, y desde ese entonces, a quien no lleve la cinta colorada se lo reprime, sin importar si es un hombre eminente, una muchacha o el hijo de una familia rica. Así se impone el terror, merced a la imposibilidad de diferenciarse entre sí y del gobierno. Este temor con que los gobiernos bárbaros nos controlan tiene su raíz en que nuestra sangre es herencia de españoles, y ellos han sufrido durante siglos el poder de la Inquisición.
Ya vencido La Madrid, Facundo se opone al gobierno de Rivadavia. Facundo no era federal, era el comandante de campaña, el gaucho malo enemigo de la justicia civil, del orden, del hombre decente, del sabio, del frac, de la ciudad. Su misión es destruir todo esto, y esa es la razón por la que se opone al gobierno de Rivadavia.
Este gobierno propone la libertad de cultos para atraer inmigración europea y mano de obra. Entonces, en Córdoba se levanta una inquisición. Facundo, por su parte, aprovecha la circunstancia y enarbola la bandera: ¡religión o muerte! Con esto gana cierto apoyo en el interior. Recuerde el lector que Facundo decía ano creer en nada y que nunca había ido a misa. Además, Facundo será extremadamente violento y humillante con los sacerdotes que no le son adictos.
El Congreso, finalmente, elabora una Constitución pero es rechazada por todos los pueblos en que los caudillos tienen influencia.

Capítulo V.
Guerra social. La Tablada.

La presidencia cae. El jefe de la oposición en Buenos Aires es Dorrego, que además mantiene amistad con las campañas del interior. Dorrego trata de atraerse a los unitarios a quienes ha vencido. Intenta hacerse de algo de estabilidad para poder controlar la situación. Sin embargo, tiempo después es muerto por Lavalle.
En el interior, el mapa se modifica. Paz toma Córdoba. Facundo se propone vencerlo en lo que sería la batalla de la Tablada. Paz era un militar a la europea, un buen hombre, un militar del progreso. Realmente, venerable. Uno de sus hombres era Navarro, hombre pequeño, pero muy valiente y gran soldado. Su ejército, organizado como un reloj, se batió con las hordas de Facundo. En este enfrentamiento gana Paz. El gobierno que instala en Córdoba, entonces, pertenece a la ciudad, al orden civil, a la civilización. Córdoba, con los unitarios a la cabeza, hace alianza con las provincias de del Este del país. Las provincias occidentales, sin embargo, permanecen hostiles.

Capítulo VI.
Guerra social. Oncativo.

Mientras tanto, Quiroga continúa con las matanzas en su provincia. se impone el terror sobre el ciudadano para que abandone su fortuna; sobre el gaucho para que pelee una guerra por una causa que ya les ajena. El terror es el medio de gobierno. No obstante, hay diferencias entre Rosas y Facundo: Rosas expide a la mazorca las órdenes a ejecutar desde el fondo de su gabinete, tomando mate, para achacar finalmente las muertes al entusiasmo federal del pueblo; Facundo ejecuta por sí mismo estos actos de violencia.
En 1830 sale con un nuevo ejército hacia Córdoba, reclutado en La Rioja, San Juan, Mendoza y San Luis (las provincias sobre las que aún domina Facundo). Paz vuelve a vencer.

Capítulo VII.
Guerra social. Chacón.

Facundo, derrotado, se encamina hacia Buenos a Aires. Ha visto que nada le queda por hacer en el interior. Gracias a la victoria de Paz sobre Facundo en Oncativo, Córdoba, Mendoza, San Juan, San Luis, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy quedaban libres de la dominación de los caudillos. En Buenos Aires, ya dominaba Rosas, quien con los gauchos que ha aglomerado junto a López vence a Lavalle.
En esta visita que hace Facundo en Buenos Aires (p.220) para presentarse ante el gobierno de Rosas, Facundo desaparece en el torbellino de la gran ciudad; apenas se oye hablar de él por su juego; su traje de gaucho llama la atención (el general Mansilla le pregunta si se cree que está en las provincias). Lleva poncho y una larga barba (fruto de la promesa que ha hecho de cortársela cuando limpie la macha de La Tablada).
El elemento pastoril en Buenos aires domina, tiene su alianza con el partido federal de las ciudades. Se prepara una nueva expedición sobre Córdoba.
En esta expedición, que concluye con la batalla de Chacón, pierden Paz y ejército cordobés, que estaban a punto de lanzarse sobre Buenos Aires.
Facundo, victorioso, toma Mendoza y manda fusilar a los prisioneros unitarios, traicionando el convenio. Como consecuencia de esta victoria, Mendoza se barbariza y decae cultural, educativa, social y económicamente.
La resistencia a rosas y su sistema es la defensa de la civilización. El mal que es preciso remover es el que nace de un gobierno que tiembla ante la presencia de los hombres pensadores e ilustrados, y que para subsistir necesita alejarlos o matarlos; nace de un sistema reconcentrado en un solo hombre. Donde no hay libertad de obrar y de pensar, el espíritu público se extingue
Facundo marcha a San Juan y al entrar a la ciudad custodiada por federales, los manda encarcelare, ultrajando a sus propios partidarios. Facundo deja de fingirse federal, es el elemento bárbaro que se presenta en toda su desnudez, y es preciso que todos lo sepan.
Diferencia entre rosas y Facundo: Facundo sólo es cruel cuando la sangre le ha venido a la cabeza y a los ojos, es impulsivo y pasional; rosas no se enfurece nunca, calcula en la quietud y en el recogimiento de su gabinete y desde allí salen las órdenes para sus sicarios.

Capítulo VIII
Guerra social. Ciudadela.

En Tucumán, donde Facundo domina, reina la consternación y la emigración se produce en masa.
Diferencia entre Rosas y Quiroga: Facundo era bárbaro, avaro y lúbrico, y se entregaba a sus pasiones. Rosas no tiene más que una pasión o necesidad: la sangre humana y el despotismo. Sabe usar las palabras y las formas para alcanzar sus deleznables fines.
En Mendoza, Tucumán, Salta y Jujuy quedaba debilitado un gran empuje industrial que se había desarrollado hasta entonces y quedaba interrumpido por la invasión de Quiroga. Desde 1825 hasta 1845 la barbarización de estas ciudades y sus campañas se desarrollará rápidamente.
Rosas se oponía a la libre navegación de los ríos, contento con el puerto de buenos Aires y la aduana no se cuidaba de desenvolver la civilización y la riqueza en las distintas regiones del interior. Como el gaucho de la pampa que es mira el agua con horror. Buenos Aires es ahora el lugar desde donde viene el movimiento barbarizador impreso por el gaucho de la marca colorada. A esto queda reducido el servicio del gobierno durante quince años, esta es la única medida de administración nacional, el único punto de contacto entre amo y siervo: ¡marcar el ganado!

Capítulo IX.
Barranca Yaco.

Quiroga vence en la batalla de Ciudadela, empujando fuera de la Argentina a los unitarios. Con ellos el federalismo desaparece. Al mismo tiempo, Rosas ha vencido en buenos Aires a Lavalle. Quiroga queda sin gobernar ninguna provincia, sin ejército en armas. Sólo le queda un nombre temido en ocho provincias y armas enterradas en bosques riojanos. La Rioja es el lugar central de su influencia.
Antes de asumir el gobierno de la provincia de buenos Aires Rosas exige ser investido de facultades extraordinarias. Si bien se le ofreció resistencia, las obtuvo. Nadie podía gobernar una provincia y una ciudad desestabilizada por manos misteriosas (rosistas). Rosas justificó su requerimiento diciendo que para lograr el orden y el control él necesitaba tener un chicote como el maestro de grado, para que los alumnos lo respetaran.
Geografía política de la Argentina desde 1822:
Unidad bajo la influencia de Quiroga: Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan, San Luis, Mendoza. (Región andina).
Federación bajo el pacto de la Liga Litoral: López (tiene Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba); Ferré (Corrientes) y Rosas (Buenos Aires).
Por otro lado, quedaba Ibarra en Santiago del Estero bajo la federación feudal.

La guerra que iban a hacerse las dos fracciones de la república, los dos caudillos que se disputaban sordamente el mando iba a ser de emboscadas, de lazos y de traiciones. Un combate mudo en el que se mediría la audacia de uno, y la astucia y trampa del otro. Esta lucha entre Quiroga y Rosas abraza un período de cinco años aunque no sale a la luz. Ambos se detestan porque cada uno de ellos siente que del resultado de este juego terrible dependen su vida y su provenir.

Rosas organiza una expedición al Sur. Una vez finalizada, Facundo marcha a Buenos Aires y entra en la ciudad sin anunciar su llegada. Esto es un poco una invasión sobre el centro de poder de su rival, y otro poco, la atracción que el lujo y la civilización han despertado en Quiroga. Facundo llega a la ciudad poco después de la caída de Balcarce.
La otra visita de Facundo a Buenos Aires: el poder educa. Facundo establecido en la ciudad, se rodea de hombres notables. Habla con desprecio de Rosas. Se declara unitario entre los unitarios y la palabra “constitución” no abandona sus labios. Justifica sus actos de barbarie pasados por la necesidad que tenía de vencer, de sobrevivir. Su conducta es mesurada, su aire noble. (Aunque no abandona el poncho ni la barba). Por otra parte, refrena sus impulsos de pelearse a cuchillo, porque es conciente de que hay allí un poder superior al suyo (no sólo el de su enemigo, sino también el de las instituciones) y que pueden meterlo en la cárcel. Manda sus hijos a los mejores colegios, ellos visten frac y levita. Incluso llega a declarar: “los únicos hombres honrados que tiene el país son Rivadavia y Paz”.
Quiroga, pues, se presenta como una nueva tentativa de organizar la República. Sin embargo, la falta de hábito de trabajo, la pereza del pastor, la costumbre de esperarlo todo del terror, lo paralizan y lo entregan maniatado a su rival.

En 1835 surge un conflicto entre los gobiernos de las provincias del Norte que podía hacer estallar la guerra. Rosas invita a Facundo para que influya y apague las chispas. El 18 de diciembre de 1835, facundo sale de Buenos Aires en misión de paz. Facundo intuye que algo malo pasa. Ni bien sale de la ciudad y se interna en la campaña, la galera empieza a tener problemas. Facundo azota al maestro de posta. La brutalidad y el terror vuelven a aparecer desde que se halla en el campo. Avanza por la pampa y en cada posta pregunta si un chasque ha pasado antes. Así se entera de que ese vehículo está adelantado unas horas en relación con el suyo. Facundo apura la marcha. Se encuentra asustado. Al llegar a córdoba, la gente le habla del peligro inminente que se suspende sobre su cabeza. Todo Córdoba sabe los detalles del crimen que el gobierno intenta. La muerte de Quiroga es el asunto de todas las conversaciones. Jamás se ha premeditado un atentado con más descaro.
Quiroga llega, al fin, a destino y arregla las diferencias entre los gobernadores hostiles. Se le ofrece una gran escolta para que lo acompañe de regreso y le recomiendan tomar el camino de Cuyo. Quiroga rechaza esto, quiere desafiar a sus enemigos. Toma el camino para volver a Córdoba. En el trayecto un niño detiene el chasque en el que van Quiroga y su secretario, el doctor Ortiz. El niño les dice que en Barranca-Yaco está apostado Santos Pérez con una partida. Las órdenes son que nadie escape. Facundo tranquiliza al muchacho y a su secretario, y dice: “No ha nacido todavía el hombre que ha de matar a Facundo Quiroga”, él piensa que con un grito suyo la partida se pondrá a sus órdenes y desistirá del intento de asesinato. El orgullo y el terrorismo llevan a Facundo a desafiar la muerte. Esa noche, mientras su secretario está desvelado por el temor, Quiroga bebe chocolate y se duerme profundamente. Ortiz lo despierta y le pide que no se haga matar inútilmente. Facundo lo tranquiliza una vez más.
Llega el día. Lo acompañan el postillón, el secretario, el niño, dos correos y el negro que va a caballo. En Barranca-Yaco dos balas atraviesan la galera, Quiroga se asoma y al preguntar “¿Qué significa esto?”, recibe como respuesta un balazo en el ojo que lo mata. Santos Pérez asesina a todos ante el llanto asustado del niño. Cuando concluye, pregunta por el infante. Un sargento le dice que es su sobrino. Santos Pérez mata al sargento y degüella al niño. Esta muerte será la única que martirizará a santos Pérez hasta que muera.
Descripción de Santos Pérez: es un gaucho malo de la campaña de Córdoba, un vicioso y un asesino. Era alto, hermoso de cara, de color pálido y barba negra y rizada. Siempre fue perseguido por al policía. Al final, lo cogieron en Córdoba por una venganza femenil. El día que entró en Buenos Aires una enorme muchedumbre gritaba: ¡muera Santos Pérez!. Al bajar del carro que lo conducía al patíbulo, él gritó: ¡Muera el tirano!
El gobierno de Buenos Aires (Rosas) dio un apartado solemne a los asesinos de Juan Facundo Quiroga. Se expuso la galera ensangrentada y distribuyó el retrato de Quiroga.
Es necesario que la historia imparcial señale con su dedo al instigador de los asesinos.

Tercera parte
Capítulo I. Gobierno Unitario.

Facundo Quiroga constituye el núcleo de la guerra civil argentina. El asesinato de Facundo es, pues, un acto oficial, preparado con anticipación y llevado a cabo como una medida de estado.
Quiroga muere el 18 de febrero de 1935, la noticia llega a BS AS el 24. en marzo ya estaban echadas las bases del gobierno de Rosas. Sabemos que Rosas exige para gobernar la provincia la suma del poder público. Esto significa: tradiciones, costumbres, formas, garantías, leyes, cultos, ideas, conciencia, vida, haciendo, preocupaciones. Todo eso es lo que pasa a las manos omnipotentes de Rosas.
Sarmiento admite que nunca hubo un gobierno más popular, más deseado, ni más sostenido por la opinión como este.
Hay un momento fatal en la historia de todos los pueblos: cuando los partidos están cansados de luchar y piden el reposo, aun a expensas de la libertad. Es el momento en que se alzan los tiranos.
Rosas recibe el gobierno en abril. En esa ceremonia se presenta de casaca de general desabotonada y chaleco amarillo. Se retira en un coche colorado. Rosas, que recibe el Estado como una tabla rasa. Crea la Sociedad Popular. En una proclama afirma: “el que no está conmigo es mi enemigo”. Finalmente, se desprende la Mazorca. La cinta colorada, que todo argentino debe exhibir, es la materialización del terror. Realiza un censo de opiniones para conocer quiénes simpatizan con la causa y quiénes se oponen. El modo de ejecución del fusilamiento queda sustituido por el degüello. El cuchillo pasa a ser el instrumento de justicia.
La práctica, administración y gobierno del país por parte de Rosas tienen su raíz en la lógica de la estancia de ganados: la fiesta de parroquia es la hierra de ganado; la cinta colorada, la marca de ganado; el degüello a cuchillo de opositores, el de las reses carneadas; la prisión es la doma, junto con la mazorca. Es así como Rosas doma al pueblo argentino. Además, su lógica de gobierno se desprende de la Inquisición.
Al asumir el gobierno, Rosas achaca la muerte de Facundo a los impíos unitarios y jura castigarlos duramente. Sin embargo, Quiroga no es el único caudillo que muere. Con el correr del tiempo irán muriendo cada uno de los caudillos que tienen influencia en el interior y podrían representarle un desafío a su poder. Rosas se eleva por encima de los gobiernos provinciales, los que deben dar cuenta de todas sus actividades. Suprime el servicio de correos y sólo él puede mandar mensajes a las provincias. Crea un gran ejército, el cual servía para mantener a la República bajo su control y obediencia. Rosas se gana el apoyo de las poblaciones de raza negra, con quien se relaciona a través de su hija Manuela. Estos funcionan como espías en las distintas familias.
Deroga todas las leyes existentes a partir de 1810. La suma del poder público se la hace extensiva a toda la Argentina.
Rosas se encuentra con que necesita salir de los límites de su estado para ostentar afuera, para exhibir a la luz la obra que ha hecho. Tiene una idea en mente: reconstruir el antiguo Virreinato. Ejerce un bloqueo económico antieuropeo, especialmente contra Francia. Se declara defensor de la independencia americana. De esta manera se manifiesta el sentimiento llamado americanismo.


Capítulo II.
Presente y porvenir.

La población de BS AS durante la tiranía de Rosas se escapa y se reúne en Montevideo. Esta oposición no se conforma sólo de unitarios, hay también federales, intelectuales, ex rosistas y una nueva generación, fruto de la educación, que se cría viendo los primeros signos de barbarie rosista (por ejemplo algunos intelectuales brillantes del Salón Literario). A estos elementos hay que sumarle el elemento francés que se une contra el tirano.
Rosas, en realidad, no gobierna, en el sentido oficial del la palabra. Se pasa meses encerrado en su casa. Desde allí dirige la guerra y sobre todo el espionaje y la Mazorca. Su administración se reduce casi a realizar todo lo que pueda perjudicar a sus enemigos.
Si bien Rosas se reivindica americanista, con su guerra ha terminado por exterminar a los argentinos. Ahora los trabajadores son en su mayoría europeos pobres. La población argentina desaparece y la extranjera ocupa su lugar en medio de los gritos de la Mazorca.
El estanciero déspota ha logrado la fama mundial a la que aspiraba, pero en la miseria. Todos los países civilizados, hoy, lo critican. De parte de toda la prensa internacional recibe punzadas.
Todo lo expuesto hasta aquí acerca de la lucha actual en la República Argentina lo es sólo de civilización y barbarie.
Sarmiento preanuncia la inminente caída de Rosas (se producirá ocho años después).
En fin, la idea de los unitarios está realizada, sólo está demás el tirano. El día en que un buen gobierno se establezca hallará las resistencias locales vencidas, y todo dispuesto para la unión.
Programa de gobierno que delinea Sarmiento (lo hace oponiendo lo que Rosas ha hecho y lo que el nuevo gobierno hará):
Él no ha tomado medidas para favorecer el comercio interior y la industria naciente. El nuevo gobierno se consagrará a reestablecer los correos y a asegurar los caminos.
El nuevo gobierno situará el ejército permanentemente al Sur y asegurará territorios para que a través de asentar allí colonias, el día de mañana nazcan y se desarrollen nuevas ciudades.
El nuevo gobierno promoverá la inmigración extranjera y la distribuirá en el territorio argentino para explotar sus recursos.
El nuevo gobierno promoverá la navegación fluvial, de modo que las riquezas del interior de nuestro continente sean explotadas.
El puerto será declarado propiedad nacional.
El nuevo gobierno organizará la educación pública. Además extenderá el beneficio de la prensa por toda la república.
El nuevo gobierno se rodeará de los grandes hombres que posee la República.
El nuevo gobierno reestablecerá las formas representativas y asegurará la propiedad privada.
El nuevo gobierno hará de la justicia el método para corregir los delitos públicos.
El nuevo gobierno incentivará los cultivos y actividades agropecuarias en cada región conforme con las características de cada una de ellas.
El nuevo gobierno dará al culto, a la religión, la dignidad que le corresponde.
El nuevo gobierno respetará las opiniones diversas.
El nuevo gobierno será amigo de los poderes europeos y establecerá la tranquilidad en el interior y en el exterior.
Dadas estas bases (fundadas en la seguridad de la vida y de la propiedad), la forma de gobierno y la organización política del Estado la darán el tiempo, los acontecimientos, las circunstancias. La constitución de la República se hará por sí sola, tan grande es su necesidad.
Con este programa, Sarmiento no sólo propone un proyecto de país a contrapelo de la administración rosista, sino que además intenta dar soluciones para las problemáticas que según él posee nuestro país y son descriptas al comienzo del libro. Por otra parte, se ve en su programa el intento de ganar la adhesión de distintos sectores a través de proponer reivindicaciones que favorecen a dichos sectores (un ejemplo claro es el de la religión). Además, es notoria la importancia que Sarmiento da al establecimiento y desarrollo de las ciudades en todo su programa, como forma de alcanzar la civilización
No creo imposible que a la caída de Rosas suceda inmediatamente el orden. La Argentina tiene tanta riqueza que explotar, tanta novedad con que atraer a los espíritus, que a la caída de Rosas, al nuevo gobierno no le será difícil garantizar un orden con que construir el porvenir. El elemento principal de orden y moralización con que contamos es la inmigración europea (El modelo de prosperidad a corto plazo que Sarmiento utiliza la mayor parte de las veces es el de EEUU, que en pocos años pasó de ser un territorio de salvajes a un país próspero).
La lucha de las campañas contra las ciudades se ha acabado. El odio a Rosas ha reunido a múltiples elementos. Sarmiento confía en el regreso del manco Paz, que parece destinado desde lo alto a vengar la República, la humanidad y la justicia.

Apéndice.
En este apartado, Sarmiento transcribe tres proclamas de Facundo Quiroga para documentar las ideas y opiniones que ha expuesto a lo largo de la obra. En ellas, abundan la exageración y ostentación del propio valor. Se hace obvia la intención de aterrar a quien la lea o la escuche. Se ve la incorrección del lenguaje y la incoherencia de las ideas. Esto muestra un alma ruda, con ideas confusas y embrionarias. En fin, son una prueba objetiva (en tanto son documentos) de la barbarie propia de este elemento campesino, gaucho, representado por Facundo.