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Film francés, Entre los Muros.-ESPACIO CURRIC.-TEORÌAY PROC. CURRICULAR-3º AÑO.-LUCIO.

Grupos heterogéneos Entre los muros: un film que (se) interroga sobre la educación La película de Laurent Cantet está basada en la obra del escritor y docente François Begaudeau, que también protagoniza el film, encarnando a M. Marin. Junto a él, un grupo de actores no profesionales, seleccionados entre los estudiantes de una escuela media de París, recrean la vida en la escuela. La extraordinaria calidad del resultado hizo que Entre los muros se alzara con el premio mayor en el Festival de Cannes de 2008, barriendo con el glamour, la celebridad y las superproducciones. Entre los muros es no solo un film ineludible para los educadores sino un sugerente material para compartir y discutir con los alumnos.

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viernes, 23 de abril de 2010

HIMNO NACIONAL ARGENTINO.






HIMNO NACIONAL ARGENTINO INTERPRETADO POR CARLOS ANTONIO FABRE



HIMNO NACIONAL ARGENTINO (original de 1812)



Sean eternos los laureles

que supimos conseguir:

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir.



¡Oíd, mortales!, el grito sagrado

libertad, libertad, libertad!

Oíd el ruido de rotas cadenas

ved el trono a la noble igualdad.

Se levanta a la faz de la Tierra

una nueva y gloriosa Nación

coronada su sien de laureles

y a sus plantas rendido un león.



Sean eternos los laureles

que supimos conseguir:

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir.



De los nuevos campeones los rostros

Marte mismo parece animar

la grandeza se anida en sus pechos

a su marcha todo hacen temblar.

Se conmueven del Inca las tumbas

y en sus huesos revive el ardor

lo que ve renovando a sus hijos

de la Patria el antiguo esplendor.



Sean eternos los laureles

que supimos conseguir:

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir.



Pero sierras y muros se sienten

retumbar con horrible fragor

todo el país se conturba por gritos

de venganza, de guerra y furor.

En los fieros tiranos la envidia

escupió su pestífera hiel.

Su estandarte sangriento levantan

provocando a la lid más cruel.



Sean eternos los laureles

que supimos conseguir:

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir.



¿No los veis sobre Méjico y Quito

arrojarse con saña tenaz,

y cuál lloran bañados en sangre

Potosí, Cochabamba y La Paz?

¿No los veis sobre el triste Caracas

luto y llantos y muerte esparcir?

¿No los veis devorando cual fieras

todo pueblo que logran rendir?



Sean eternos los laureles

que supimos conseguir:

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir.



A vosotros se atreve, argentinos

el orgullo del vil invasor.

Vuestros campos ya pisa contando

tantas glorias hollar vencedor.

Mas los bravos que unidos juraron

su feliz libertad sostener,

a estos tigres sedientos de sangre

fuertes pechos sabrán oponer.



Sean eternos los laureles

que supimos conseguir:

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir.



El valiente argentino a las armas

corre ardiendo con brío y valor,

el clarín de la guerra, cual trueno,

en los campos del Sud resonó.

Buenos Aires se pone a la frente

de los pueblos de la ínclita Unión,

y con brazos robustos desgarran

al ibérico altivo león.



Sean eternos los laureles

que supimos conseguir:

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir.



San José, San Lorenzo, Suipacha.

Ambas Piedras, Salta y Tucumán,

la colonia y las mismas murallas

del tirano en la Banda Oriental,

son letreros eternos que dicen:

aquí el brazo argentino triunfó,

aquí el fiero opresor de la Patria

su cerviz orgullosa dobló.



Sean eternos los laureles

que supimos conseguir:

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir.



La victoria al guerrero argentino

con sus alas brillantes cubrió,

y azorado a su vista el tirano

con infamia a la fuga se dio;

sus banderas, sus armas se rinden

por trofeos a la Libertad,

y sobre alas de gloria alza el Pueblo

trono digno a su gran Majestad.



Sean eternos los laureles

que supimos conseguir:

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir.



Desde un polo hasta el otro resuena

de la fama el sonoro clarín,

y de América el nombre enseñando

les repite: ¡Mortales, oíd!

Ya su trono dignísimo abrieron

las Provincias Unidas del Sud!

Y los libres del mundo responden:

¡Al gran Pueblo Argentino, salud!



Sean eternos los laureles

que supimos conseguir:

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir.



Letra: Vicente López y Planes

Música: Blas Parera



ACOTACIONES:



Vicente López y Planes (1785-1856), poeta de la literatura de Mayo. Se graduó en Derecho en la Universidad de Chuquisaca.



Blas Parera, español, maestro de piano y violín. En 1860, Juan Esnaola realizó algunos cambios a la música del Himno basándose en manuscritos de su autor. Los arreglos fueron aceptados como versión definitiva en 1944.



El himno fue ejecutado por primera vez en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson.



El 30 de marzo de 1900, el Poder Ejecutivo decreta que se canten sólo la primera y última cuarteta más el coro.

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